Rosy Finch – “Scarlet”; Rabia contra la oscuridad…
Nos unimos a la buena causa de Rosy Finch en este lanzamiento que llega en el día de hoy vía Lay Bare Recordings (LP), Discos Macarras y La Rubia Producciones (CD), y Spinda Records (cassette), para presentar el implacable “Scarlet”, disco que ha dado muchas vueltas en mi reproductor en las últimas semanas y que de alguna manera, está llamado a ser el punto de inflexión en la discografía de la banda alicantina.
“Scarlet” es la bola de demolición que abre paso a todo lo visto antes por Rosy Finch, un fiel reflejo a las últimas vivencias de la banda, y mayormente las de su líder, poniéndose al frente de la misma para gritar con rebeldía dentro de una cadena de protestas que descarga toda esa rabia contenida. Tal cual a sus letras, así mismo se manifiesta en su contundencia,n unca antes se ha visto una versión tan cruenta de Rosy Finch sin estar tan cerca de sus muchas influencias noventeras, porque al fin y al cabo esto es “Scarlet”, un tornado destructor de amplificación masiva para trasladarnos hasta el mismo corazón del underground de los 90.
La pesada melancolía del grunge, las rarezas más reconocidas del Melvins, el fango por el que siempre nos arrastran estilos como el sludge o el stoner, todo tiene un mensaje con las intenciones más perturbadoras en este LP.
Algo sustancioso el cambio de la banda, pero con un enfoque mucho más directo que la profundidad de “Witchboro” (reseña aquí) por poner un ejemplo, en mi humilde opinión creo la formación en esta ocasión, y como última contribución de su alineación original, libera sus cadenas para entregarnos su versión más directa hasta la fecha. Con esto a partir de ahora, habrá que tener en cuenta el futuro más cercano de Rosy Finch con la salida de su anterior bajista Elena García y del batería Lluis Más, y que desde el presente 2020 serán reemplazados por el bueno de Oscar Soler (Pyramidal) y Juanjo Ufarte (Grajo, The Dry Mouths). Citarnos a los proyectos paralelos que gravitan sobre la órbita de Rosy Finch, tal vez sea un inciso si somos conscientes del fervor de Mireia por las vertientes alternativas registradas en los últimos años del siglo XX. Todo esto lleva un nexo lleno de crueldad para abrirnos las puertas a los infiernos de Rosy Finch.
Esparciendo esa hemoglobina que muestra desde su exterior, el rojo es el tema principal del álbum, todo succiona como la misma sangre que corre por “Scarlet” y no hay que restarle mérito a la labor de Elena García o de Lluis Más, al contrario, como la última versión de los Rosy Finch más originales, es también la misma que cristaliza el verdadero amor por el género que ellos llevan dentro.
Aunque no todo es rabia y desesperación, es verdad que en la dualidad de las voces de Mireia Porto, encontramos una de las bazas de Rosy Finch, siempre lo ha sido, y en este caso se complementan bastante en el álbum con ganchos como “Lava”, adoptando nuevos elementos en los esquemas de los alicantinos y el mejor balanceo de saber llevar ese equilibrio entre las melodías del bien y del mal. “Gin Fizz” es una de mis favoritas, uno de esos temas que se enfrenta mucho a los demonios del pasado de la banda. Por el contrario, la distorsión nos entrega dosis de densidad algo más desértica en las hostiles “Amaranto” o la misma pista que lleva el nombre del álbum. Momentos que evidencian de alguna manera su debilidad por el stoner y las armonías desérticas.
Hablemos del principio del mismo, “Oxblood” inicia una apertura magnífica con la versión más próxima de los Rosy Finch más actuales y sobre todo, los que pueden dar juego entre sus muchas funciones en lanzamientos venideros. Tema bastante completo para disfrutarlo como el más largo de la partida, haciendo un pequeño resumen de todos los ingredientes de este “Scarlet”. “Ruby” es un alma gemela de su apertura, otra de esas pistas acondicionada por el groove de sus pesados riffs, mientras la maquiavélica voz de Mireia se desliza por tu piel sedienta de sangre. “Vermillion” es otro de los portentos para destacarlo como uno de los temas de mayor calado en el redondo. De esto mismo vamos siendo testigo conforme avanza el tema y viendo como poco a poco la banda se va adentrando en esa tangente descendente que abre las puertas de tus peores pesadillas.
Por momentos incluso parece que volviéramos a principios de milenio, y ver un nuevo despertar de Kylesa en sus orígenes. Tal vez la mala chicha de “Scarlet” puede ser su mejor aliada, culpa también de este sonido tan logrado y adaptado al oído del más orientado con el estilo en cuestión, la lleva el máster de una celebridad como Billy Anderson, pero es verdad que escuchar el nuevo capítulo de Rosy Finch, a mi particularmente me hace volver a la adolescencia noventera, y en muchos aspectos hasta esos minutos rodeado de oscuridad, custodiado por esas columnas y discos que nos hacían ver el mundo de otra manera y abrir nuestros ojos a la realidad antes de tiempo. Todos esos posters, esas cintas de cassete, esos walkman con ingredientes en su interior de aquellas bandas que hoy en día sientan las principales bases del sonido pesado más reciente, todo esto y mucho más, vive de una segunda juventud en el nuevo álbum de Rosy Finch. Vista la nueva alineación de la banda, y esta mala bestia que han parido, su próximo movimiento puede traer cualquier fórmula pero al igual que este “Scarlet”, será un disco que no dejará indiferente a nadie.
La banda presentará el directo de “Scarlet” esta misma noche con la compañía de los madrileños Árida en Sala Iguana de Alicante (evento aquí).
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Web Oficial Lay Bare Recordings
Web Oficial La Rubia Producciones