Slowpoke; disparando en todas direcciones…
Heavy Rock / Psychedelic / Sludge
Nuestra reseña de hoy entra perfectamente en ese apartado de “discos inclasificables”, cruzadas estilísticas donde una banda se topa con su faceta más versátil y que en este caso, y para la ocasión, se sirve como debut de una banda como Slowpoke.
Directos desde el corazón de Newfoundland y habiendo compartido escenario recientemente con unos veteranos de la escena norteamericana como son los míticos sHeavy, la música de Slowpoke acampa a sus anchas por los universos de Clutch, Melvins, Queens Of The Stone Age, Black Sabbath, o el fango provisto desde Carolina del Norte. Sin temerle a nada, la multifaceta de Slowpoke se sirve en bandeja como elemento más determinante en un disco digno de llegar a muchos oídos, gracias a ese entramado de ideas expuestas en sus composiciones.
Siendo divertido de principio a fin, el factor sorpresa está a la orden del día y títulos de canciones como “Stony Iommi” o “Slumlord”, son toda una declaración de intenciones de los principales exponentes musicales de este power trío, reflejando ese espíritu canalla interior de llevar el rock’nroll más propio de las ideas más descerebradas del grandísimo señor Kilmister, pero también sumarle esos matices psicodélicos que hacen balancearse a Slowpoke, antes de descargar toda su fuerza bruta.
A destacar esos bucles repetitivos dónde la banda hace las delicias de los amantes al sonido pesado, al fango más propio del territorio NOLA y sus pinitos al sludge más demoledor. Un crujiente frenesí de riffs devoradores de cerebros, añadiendo ese conjunto de melodías que resultan en su conjunto, un paquete de lo más estimulante en toda la composición de este epónimo debut.
Aceleraciones y desaceleraciones bombean con fuerza los muchos cambios de ritmo de Slowpoke, contagiando al oyente de inmediato y haciendo de sus escuchas, un disco de lo más ameno, con grandes momentos dónde destacar la enorme pegada de estos tipos, que apenas empiezan a abrir los ojos para un proyecto alentador como es Slowpoke.
Un disco para tu despertar, tus viajes en carretera o dónde descargar algún tipo de rabia contenida. Con una banda disparando en todas direcciones, Slowpoke muestra todo un ritual dónde el rock’n’roll más sucio es la sombra que persigue las canciones de este registro, y ante ellas, se plasma con una ejecución digna de provenir de las cavernas del underground norteamericano. Con estas premisas, poco más que añadir que no hayamos orientado lo suficiente a nuestros queridos lectores. Es hora de darle al play y removerte en la mierda fresca de Slowpoke.