“Southern Lights”, la culminación de Holy Monitor
Con el mes de Febrero capitulado, la puerta abierta para el extenso y sobrecargado mes de Marzo que tenemos por delante con las primeras novedades en el mes de hoy, toca darle cera a esos trabajos que no estaban previstos en nuestra agenda, pero que no por eso, le damos su mayor importancia. La misma y suficiente para que profundicemos sobre ellos como otros más, y en el caso de hoy, es de lo más interesante.
El tercer larga duración de los griegos Holy Monitor será la última novedad en perpetrar a nuestra habitación esta semana y hoy venimos a presentar lo que en su día prometía a las mil maravillas con todos los detalles (ver aquí) de esta tercera entrega suya, “Southern Lights”.
Sucediendo a su último “This Desert Land”, parece que el nuevo retoño del quinteto ateniense ha tenido la recepción adecuada. En un disco que se deja seducir por su exuberante psicodelia, arraigada en muchos momentos por una floreciente atmosfera de lo más tropical, Holy Monitor nos conmueve por ese propulsor fuzz dónde los compases progresivos y el hipnotismo, levantan el vuelo como los grandes apellidos de este “Southern Lights”.
Es inmenso como la banda se abre a un universo musical en la que las intromisiones al krautrock o al space, son unos condicionantes más que notables en el registro, creando un enriquecimiento en sus muchos paisajes sonoros como el mejor constructor de sueños.
Como mencione más arriba, “Southern Lights” se refugia mucho en esa calidez de la psicodelia, la misma que nos calienta y nos reconforta a todos nuestros estímulos, pero también es verdad que dentro de esa quimera confinada en el paisajístico firmamento mostrado en el redondo, las reverberaciones, como todo disco de su índole, juegan un papel importante, y es en esos 40 minutos dónde Holy Monitor fantasea tal cuál como serpentea a través de 8 actos de inmersión total.
Razones hay de sobra, desde esas ondulaciones que despierta “Blue Whale”, desde una perspectiva un tanto más popera, así como ese ritual de riffs que nos engullen en “The Sky Is Falling Down”.
La banda cita mucho a los ancestros de Grecia, a eso paisanos suyos de tiempos antiguos, basando los conceptos de “Southern Lights” muchas veces en la mitología griega y los escritos de Aristóteles. Esto es un gran atractivo para ofrecer el mejor de los decorados del álbum, y desde este punto, Holy Monitor se abre a edificar esa efervescencia instrumental, arropada por las burbujeantes voces y sobre todo una base instrumental poderosa, no por la dureza de sus riffs, sino por lo establecido de su vanguardista psicodelia.
Desde luego, uno de los discos más reveladores del mes de Febrero, recae sobre esta tercera entrega de Holy Monitor. “Southern Lights” bebe mucho de ese rock psicodélico lleno de acidez dentro de los escritos de Jason Simon y sus Dead Meadow, pero también es verdad que esa ascensión llevada a cabo por los griegos en los últimos años, aquí llega a un coronamiento magistral en este tercer asalto, definido por un imaginario mundo fascinante, abducidos por esas ondas atmosféricas que nos meten en el centro de este huracán que despierta nuestros sentidos.
Pocas veces un artwork como el diseñado por Bewil Brother, nos puede enfocar perfectamente el mensaje plasmado en un «Southern Lights» que nos lleva hasta esa puerta que conduce directamente al paraíso de la psicodelia.