“Stereophonic Freak Out Vol. 1”, la seductora destrucción de The Black Furs
Al igual que sus vecinos Mephistofeles, en los últimos meses si hay una formación argentina, con conexiones internacionales entre sus muchos seguidores y un verdadero amor por la serie B y los ritos paganos más ocultos, esos son los buenos de The Black Furs, entregándonos una nueva epopeya del mejor y más humeante heavy blues, con su último “Stereophonic Freak Out Vol. 1”.
Parece que tendremos extenso material por parte de estos artistas del underground en la capital argentina. Allí en medio del espesor de ese subsuelo, dónde todo huele a putrefacto, se arrastra una malévola bestia, con principios al blues más pesado, el “death blues” como ellos mismos lo caracterizan, bendecido por el espíritu de las moles de Dorset y sucediendo al imperial “Doomed Blues” (reseña aquí) como una de las mayores revelaciones surgidas en el año 2016.
La primera de las entregas en estos “Stereophonic Freak Out” reúne un importante número de colaboraciones para dar más músculo a las nuevas composiciones de The Black Furs. Algunas ya adelantadas en su tiempo como ese “Black Limousine Blues” disfrutado en su día, y otras llevando esa mejor demencia en el fuzz y los principios del doom más nebuloso con ese martillo que impera en la mitad del álbum llamado “Wolfspit”, o su alma gemela en el cierre “Primitive Hell”, reinando entre esos pasajes en bucle, dónde los riffs se alargan y se pierden entre el caos sonoro de fuerza stoner bruta. En ambos casos, The Black Furs se sumerge en marcas que van más allá de los 10 minutos, dónde las ambientaciones erizan la piel y su masiva descarga despierta nuestros instintos más diabólicos. La distorsión se apropia de tu alma en “Smoke It Alone” y gana un peso inconfundible en su blues más americano tirando de pesados slide y ácido heavy blues en ese mencionado adelanto “Black Limousine Blues”, o su sucesora acústica, despertando el espíritu del mismísimo Elmore James en “Don’t Put So Easy My Name On A Grave”. Mismo ejercicio de seductora destrucción con “Shook Me Cold”, un título que desde ya entra en el “top 3” a lo mejor de su discografía, removiendo los ideales de los seminales Sleep y ejerciendo la jerarquía del autoritario señor riff, totalmente rendidos a su encanto.
“Stereophonic Freak Out Vol. 1” es maquiavélico en todos sus aspectos, como esa dulce muñeca de mirada angelical poseída por los peores demonios. The Black Furs lanza una envolvencia en su malevolencia, un juramento a las leyes del sonido pesado y de diversas blasfemias en sus nuevas profecías, ligadas en ese cenagal de celestial distorsión. Es en ese universo de desconciertos y barullos diversos ante esa fortaleza instrumental, dónde nos removemos en la mejor de nuestras mierdas.