The Slow Voyage personaliza su propia huella sonora con su última entrega homónima
Bajo un clima balsámico al heavy psych más parsimonioso y exótico, fue la primera vista que tuvimos de este combo oriundo del cono sur americano llamado The Slow Voyage el pasado 2021.
Como muchos sabrán, eran tiempos de pandemia, de encierro para todo bicho terráqueo, de reflexión sobre nuestras acciones que tanto daño están haciendo al planeta, y que nada ha mejorado hoy en día a pesar de las dificultades puestas en el camino.
Al fin y al cabo, siempre he visto a esta, nuestra habitación, como un foco de desconexión total a la dura realidad de ahí fuera. Porque a veces es mejor refugiarse en las emociones que te puede dar un disco y desconectar un rato de algo que interiormente purifica tanto, que mirar por la ventana y ver la triste realidad que estamos construyendo.
Un disco como “Soul’s Whisper” (reseña aquí) consiguió ese efecto en un servidor un tiempo atrás. Esa tendencia atmosférica, con ciertas inclinaciones al shoegaze y la psicodelia espectral que siempre levita en todo su decorado, sigue su continuación con el homónimo trabajo lanzado por los chilenos a principios del pasado mes de Junio.
Rondando la media hora transitamos por páramos desérticos en los que esos pasajes reflexivos invitan al lado más personal de la banda. La penetración de capas es una tónica a seguir en el itinerario de sus canciones, llevando en su profundidad psicodélica bien arropada con los aderezos melodiosos citados a esas menciones atmosféricas.
Al final, quedamos provistos de ese extravagante paraje en el que asoma ese misterio por la existencia, el azar que palpita en cada nota y viaja entre golpes y rasgueos que destruyen cualquier intento de calma.
Así mismo, expresan los propios músicos chilenos los principios de su “The Slow Voyage”. Su intensa exploración sigue personalizando cada vez más su sonido, y entre derroches de hipnotismo, su heavy psych florece y se alarga como las ramas de su enorme tallo experimental.
Un conjunto de ideas al que no le faltan los elementos reverberantes y sus conexiones más espaciales para seguir avivando la llama de otro de esos proyectos con un claro referente de ascenso sonoro entre los de su estirpe al sur de ese continente sudamericano.
Disco para explorar sí, pero también para desconectar y vivir de ese aislamiento de toda realidad incierta, sumergiéndonos dentro de su propio onirismo sideral. Un flotante y fantástico manifiesto a los más de 10 años en carretera de estos geniales The Slow Voyage.
