“The Stream Of Forgotten Thoughts”, la vertiente camaleónica de Weedpecker
Weedpecker puede ser las muchas respuestas que se pueden encontrar en cuanto a una banda pueda transformar su sonido, desde el lado más innovador de la ambición de la misma, hasta su afán por los elementos progresivos. Lejos queda aquel homónimo lanzado como posterior debut (reseña aquí) en la cosecha del 2013, y totalmente enraizado con las cepas de Seattle. Sus miramientos grunge y temática stoner, siempre fue impulsada por su fervor al verde universal.
De esto mismo se cristalizó de una manera, tanto musical como ambiental, en el posterior “II” (reseña aquí), la génesis en la transformación en el sonido de los polacos que acabo definiéndose de una manera más precisa en “III” (reseña aquí). Posiblemente aquí se encuentre el punto de inflexión en su discografía y la posterior salida de algunos de sus miembros originales apuntalaba el seno de Weedpecker con la llegada de miembros de bandas vecinas como Belzebong, Major Kong o Dopelord (info aquí).
El pasado mes de Septiembre se anunciaba el que iba a ser el gran aliciente de toda esta variante de elementos y su respuesta no ha podido estar más a la altura.
Son muchos los que el pasado y revulsivo 3 de Diciembre, con una friolera de grandes discos como la llegada de pesos pesados como King Buffalo o Eldovar, subían enteros en una jornada de infarto, pero también otros tantos, valientes por su parte y con razones de peso, son los que ponían el nuevo “The Stream Of Forgotten Thoughts” por delante de cualquiera de ellos.
Desde luego está explosión de júbilo creada por los músicos de Breslavia, reuniendo casi que la florinata del underground polaco entre sus filas, tiene unos números de lo más prometedores para estar entre lo mejor del año. Se lo han ganado por derecho propio. La citada transformación de Weedpecker ha mutado esplendida de matices y posiblemente, y desde el plano artístico y sobre todo desde el carisma de sus componentes, el nuevo “The Stream Of Forgotten Thoughts” sea su álbum más logrado hasta la fecha.
Entrando en detalles con este cuarto registro, evidentemente su predecesor sento un precedente, una base progresiva que aquí sigue floreciendo a la vanguardia de las texturas de unos Weedpecker alzados hacía las partes más frenéticas del heavy psych. En resumen, se ve un trabajo mucho más ambicioso y mejor correspondido a las diferentes funciones de sus componentes, llevando un tratamiento más cercano al carisma de los mismos y su largo abanico de influencias.
Tal vez el único fallo que le veo al disco es en la producción, ya que ese conjunto en sí, no acaba de definirse al completo. Con esto me refiero a las muchas y diversas tonalidades, volúmenes alterados que no corresponden en líneas generales, que se atraviesan en muchas veces, haciendo una mezcla bastante densa llegando a enmarañar en muchas veces el plano general de cada canción. Tal vez me equivoque, es mi simple opinión, pero creo que un sonido algo más cristalino estaríamos hablando de algo realmente magnífico, pero me cito a un personaje esencial en el desarrollo sonoro de “III”, y este recae en un Haldor Grunberg que de producir íntegramente todo su predecesor álbum, en esta ocasión solo se encarga de su máster final.
En definitivas, la vuelta de Weedpecker deja un panorama de lo más alentador si queremos ver su próximo movimiento cruzando los dedos por una producción mejor, porque la magia derrochada por este cuarteto, continua nuevamente explorando las mejores excursiones del stoner más progresivo y esa vertiginosidad que implora sus clases maestras al heavy psych, uno de los puntos determinantes en la vuelta de los polacos. Se define totalmente la excelencia de esta banda en un “The Stream Of Forgotten Thoughts”, soberbio en su esquemática compositiva y sin duda la gran hazaña de Weedpecker hasta la fecha.
No podrías haberlo expresado mejor… Yo también soy de la misma opinión, la producción de este álbum torpedea un poco la materia viviente del disco.
Un saludo amigo!
Hola,
Escuchando el nuevo álbum Swan Valley Heights me ha recordado a mis queridos Weedpecker y acabo de rescatar este disco y mi conclusión es parecida a la tuya, pero quizás más tajante…Qué lástima porque a nivel compositivo es fantástico pero la producción es malísima, lo estropea. No se si esta iba dirigida a intentar sonar más a los 70’s, pero para mi es un grave error, si esta se hubiera parecido al álbum III, creo que el resultado hubiera sido espectacular. Espero que algún día salga remezclado y le haga justicia, de mientras a jugar con el ecualizador para disfrutarlo.
Un saludo