Wooden Fields, un estreno de altos vuelos…
Decir que una nueva revelación sale de Suecia ya casi es costumbre viendo el nivel de formaciones acaecidos en el norte de Europa, pero esto se sigue sucediendo cada año, elevando las expectativas hasta tal punto, que ya ni pensamos en si hay una cima que alcanzar, porque puede que la hayan sobrepasado desde hace tiempo.
En cualquier caso, y para una nueva aventura que explote en nuestros oídos con el mismo júbilo por el rock que lo hacen estos Wooden Fields, este súper proyecto en forma de power trio y con componentes de formaciones como Angel Witch, Witchcraft, Siena Root o Three Seasons, viene ahora para empaparnos del mejor y más reconocido heavy psych blues, siempre provisto de sus mejores baluartes desde el país escandinavo.
El homónimo estreno aterrizó la semana pasada a través de Argonauta Records, y en su haber esa explosión del mejor hard rock de la época, el mismo que confabula por los proyectos pasados de sus 3 componentes, se viste de gala en “Wooden Fields”, presentado uno de los estrenos más notables del presente curso.
Esa vibrante escena vintage vuelve a dejarnos las grandes epopeyas del blues rock, y el empuje de su heavy psych en los 7 actos de este magnífico estreno, un disco de alto voltaje, eléctrico en muchos aspectos, pero también con esos compases más lentos dónde evidenciar los solos de guitarra y la extrema exuberancia del mejor y más sensual blues.
Con el bagaje de sus componentes, más allá de presentaciones e indicios de credibilidad aquí sobran en buena maneras, y con todo esto, y listo para romper las barreras que sí se citan a las expectativas que debe dejar una súper banda y que pocas veces suele estar a la altura, Wooden Fields fabrica todo un estreno cubierto del mejor y más clásico rock de lo más entusiasta, dejando épicas como esos vientos hendrixianos en “Wind Of Hope”, el cautivador blues de marca Santana en “Don’t Be A Fool”, dónde esa marca afrodisíaca también se extiende hacía los minutos de “Should We Care” y “Shiver And Shake”, hasta rubricar su gesta con el cierre “Endless Time” como mejor resumen de un trabajo al que pocas trabas se le puede poner, combinando toda la esencia de la viejas costumbres, y la accesibilidad para sus oyentes a la hora de conseguir perfectos ganchos, no solo que entren a la primera, sino que quedemos maravillados por su planteamiento esquemático en las canciones.
Una divinidad como nuevo propulsor de uno de los países que mejores fuentes al género nos puede dar hacía el más predilecto heavy psych. Ha nacido una estrella, y aquí estamos para presenciar su brillo en toda su inmensidad.
