Boris – “Heavy Rocks” (2022)
Experimental / Alternative
Con el factor sorpresa siempre como vehículo acompañante en cada lanzamiento de una discografía superpoblada de lanzamientos versátiles y enriquecimiento para el rock más experimental, lo nuevo de Boris, entra como plato principal del día con “Heavy Rocks”.
Si damos un repaso a su extensa carrera, la serie “Heavy Rocks” parece llegar con cada nueva entrega cuando se aproxima una década de su anterior secuela, y para este 2022, el combo nipón, fiel a su cita, entrega este tercer fascículo de su serie “Heavy Rocks”, mediante el sello Relapse Records.
En una forma de ver el rock más ruidoso a algo más de lo que dicta sus influencias por su devoción de los 60 y los 70, y entre tanto caos, y minutos de carga asfixiante, también existe un orden establecido que va anclado al vanguardismo de la propia banda. Minutos de amplia carga original en el rock más experimental, como el buque insignia de unos Boris que 3 décadas después sigue dando giros de tuerca a su propio sonido y dejando facturas algo más que correctas.
Afilados como cuchillas, el comienzo del disco no hace prisioneros con asaltos a su punk más desmesurado en “She Is Burning”, “Question 1” o “Cramper”. La entrada del saxo es uno de los atractivos de “Heavy Rocks”, dónde se puede notar en su primera presencia con el corte “Blah Blah Blah”, un buen inicio para adentrarnos en la sórdida atmosfera de los Boris más reconocidos con la implacable “Nosferatou”, llegando a merodear el dron minimalista y ambiental de su enorme “LφVE & EVφL” (reseña aquí), como uno de sus registros más recientes.
Lo mejor en este caso llega en una segunda cara en la que sumergirnos a la locura de Boris dentro de esa inmensa penumbra de la que se rodea. “Chained” eyecta en un frenesí de rasgos industriales y que definitivamente se destapa con “Ghostly Imagination”, multiplicando esos ritmos electrónicos. “(not) Last Song”, entra de lleno en la melancolía de Boris en un cierre totalmente sentimental como otro recurso más de la estampa camaleónica de este “Heavy Rocks”, con un final abrupto y rompiendo todo el clímax de esa clausura, como otro efecto sorpresa más e los esquemas de la banda.
Treinta años meteóricos, uno de los ejemplos más valerosos, expansivos en su largo cometido y por supuesto uno de los grandes fundamentalistas en la creatividad del sonido pesado, el nuevo “Heavy Rocks” es otro asalto sorpresivo cargado de todo tipo de excentricidades para hacer de su nuevo álbum una bizarrada en la que esa estridencia del punk, sus guiños al proto metal setentero, algunas colaboraciones y sin dejar de lado esa innovación de la propia banda, alcanza otro pico culminante en una discografía laberíntica, llena de muchos recursos y encontrando un nuevo punto de encuentro que asoma en la última estampa de su “Heavy Rocks”.
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