Boris – “NO” (2020)
Crossover / Alternative / Punk
Anunciado en esta casa hace dos semanas como el nuevo aviso de los japoneses a lo que ellos mismos denominaron como “música de curación extrema”, la protesta perturbadora para un mundo enfermizo desde tierras del oriente, lleva una respuesta inmediata para unos veteranos como son estos Boris.
“NO” es la continuación de su último “LφVE & EVφL” (reseña aquí), del cuál muy poco tiene que ver aquí, más bien parece que la banda, más allá de acechar alguno de los recovecos más oscuros en su extensa carrera, vuelve a sus orígenes de una de sus culminaciones como fue “Heavy Rocks” en este “NO” que rezuma muchísima mala leche, se escuche por dónde se escuche.
Una colección de rarezas que nos lleva hasta el número de 11 ejercicios, amplia nuevamente el diverso catálogo de influencia de los japoneses. Un discurso para las masas, dentro de un planeta que hace décadas pide auxilio.
Desde su fundación hace ya más de 25 años (1992), el power trío originario desde la misma capital de Tokyo, se ha hecho eco de las diferentes trazas alternativas culminadas en su amplia discografía. Todas ellas sumida en una gran experimentación y con el síndrome de la distorsión como una de sus mejores cartas de presentación.
Nuevamente la agónica ambientación de Boris, aquí nos lleva por un nuevo crisol estilístico dónde la vertiginosidad de sus composiciones, están a la orden del día. Un canto al punk de la vieja escuela con una Wata a las 6 cuerdas mostrando sus actitudes más hostiles y con unos Boris totalmente auto-financiados para esta entrega, bajo una causa solidaria y aparición de lo más repentina.
A pesar de que “NO” puede ser uno de sus lanzamientos más singulares, no deja ni un momento de respiro. Todo viene equiparado por el rock’nroll de reverberación enfermiza. Tampoco estaría de más catalogarlo como el crossover que sale aquí presentado, un caos a nivel superior del que Boris sabe sacarle todo el juego por pistas como “Non Blood Love”, “Lust” o “Loveless”. Igualmente, una banda con la experiencia de ellos, con la personalidad gastada en todo este tiempo, saben captar esas atmosferas surrealistas como las que aparecen en “Interlude”. No, no es una pista que encuentre su posición a mitad del redondo, al contrario, es esa outro espectral que cierre este “NO”, catalogado de verdaderas hecatombes instrumentales, atropellando de la manera más despiadada en los momentos de “Fundamental Error”, “Temple Of Hatred” o “Kikinoue”. Quizás su inicio con “Genesis” es dónde encuentren la versión más próxima a los últimos Boris, en uno de esos temas dónde esa masiva distorsión de tiempos medios, aquí sirve como comité de bienvenida a un entramado universo furioso, servido en bandeja como declaración de intenciones en esta crítica de curación extrema ofrecida por unos tipos que saben muy bien como contentar al oyente. “NO” es su nueva inyección de adrenalina.
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