Bunsenburner – “Rituals” (2023)
Heavy Rock / Experimental / Instrumental
Fue uno de nuestros rezagados el pasado curso con un debut como fue “Poise” (reseña aquí) el mismo que revelaba el descubrir una formación como Bunsenburner, desde los cielos de Friburgo, y dónde sus muchos ejercicios experimentales, llevan desde la distorsión masiva hasta los planos más ambientales.
Por sorpresa que me ha pillado, pero desde luego no lo dejaré retrasar como su antecesor ya que el nuevo “Rituals” es tan bueno o más que su predecesor. Hay que tener ese buen degustar de haberte maravillado con un álbum y ver como su continuación, basándose en la misma naturaleza nos sumerge aún más. Esto pasa exactamente con el nuevo “Rituals” con un título idóneo para entender su propuesta, los alemanes, orquestados por las ideas principales de su líder Ben Krahl, vuelven a concebir esa realización de envolvente movimiento, brutales acometidas en la sección rítmica (el bajo es Dios en este disco) y una visión expansiva lista y dispuesta para hacerte disfrutar de todos tus sentidos.
Penetración instrumental como mejor embestida de Busenburner en el nuevo “Rituals”. Temas como esa marcado riff de “Pathfinder” lo atestiguan. Otros como “Journey In Satchidananda” ponen en jaque el factor psicodélico de los alemanes. Un estupendo crecimiento que nos mete en esa atmosfera balsámica en sus primeros compases, llevando todo el peso de la banda en su tramo final.
La producción es de lo más idónea, todo cocinado a fuego lento por el propio Ben Krahl, arrastrando por momentos esas tonalidades shoegaze, y esas cepas experimentales plasmando el magnífico contraste que es la música de Bunsenburner.
Sí, su ecosistema sonoro es súper versátil, y esto hace llevar esas trazas polifacéticas en los alemanes, lo cuál le dan aún más personalidad a su inclasificable estilo. Dicho esto, su amplia gama de tonalidades sigue emergiendo en la dinámica de “Cascades”, pasajes de oscuro folk como es “Rain Chant”, asistiendo a otro de esos crecimientos progresivos, temas más monolíticos como “CCC” o el propio ritual que nos lleva su título en “Got A Light”.
Al fin y al cabo, el conglomerado de ideas es el mejor escaparate para los de Friburgo, absortos en esa colmena psicodélica llena de una enriquecedora dulzura y con marcas de riffs para demostrar su fuerza bruta en una primera parte del disco dónde destacan esos entrantes en “Dustbowl” o “Pack Hunt”.
Una jam session creativa por el entorno que aquí se manifiesta, sigue llevando al alza el desarrollo y el espíritu creativo de Bunsenburner en su nuevo “Rituals”. El avance es notable y como dije antes, superior a su álbum debut. A partir de aquí me agarró como un clavo ardiendo al entorno más improvisado de estos 6 alemanes que conforman este curioso proyecto, corto en su discografía, pero de más de 10 años en su haber, llevando esos márgenes periódicos hacía una fauna exótica entre su coraza y el núcleo psicodélico que alimentan sus bellos minutos introspectivos.