Dätcha Mandala – “Koda” (2024)
Hard Rock / Blues
(DM Prod, Take It Easy Records, Discos Macarras)
Han pasado ocho años desde que conociéramos a este combo francés en aquel EP con el que se estrenaron bajo el nombre de “Anâhata” (reseña aquí). Desde entonces, Dätcha Mandala han ido creando poco a poco una marca sonora haciendo que ese heavy blues de ellos, siga transportándonos por un contorno lleno de esa explosión que conlleva a una culminación con su nueva “Koda” en los días más recientes.
Para la ocasión, la distribución del nuevo registro llega a través de los sellos DM Prod, Take It Easy y la contribución de Discos Macarras para los seguidores de la banda en el sur europeo.
“Koda” muestra unas claras vibraciones de formación que tiene en el blues, su clara sombra perseguidora y que de alguna manera, comercializa su estilo en su última entrega con inclinaciones más propias del rock británico. La unión de ideas es cuanto menos atractiva de escuchar, no debemos olvidar que estamos ante el tercer registro del power trío de Burdeos y sucesor de un completísimo “Hara” (reseña aquí) como el que nos brindaron en el año 2020.
Es verdad que ese espíritu más tradicional mostrado por la banda en entregas anteriores, aquí resta en matices y nos devuelve una alegoría propia de modular entre su esquemática un nuevo concepto musical. No malinterpreten mis palabras, “Koda” tiene esa naturaleza más alternativa y ese es un contrapunto bastante interesante para habilitarnos a las paredes sonoras del nuevo álbum, ya que ese rock incrustado con una producción más elaborada, tiene corrientes mucho más potentes.
También es verdad que entre sus tantas evoluciones, las combinaciones están abiertas a sus muchas experimentaciones pero hay un claro estado de madurez a estas alturas de un proyecto como Dätcha Mandala. “Koda” es un claro punto de inflexión en su carrera, tan corta como prometedora, viajando en su rock más moderno y reciente por esos pasadizos que conducen a los minutos más poperos de “The Wanderer”, descargas más pesadas como las de “Wild Fire” o “Om Namah Shivaya”, deleites a la batería por parte de Jean-Baptiste Malle en “Syndrome Of Laborious Optimism” o actitudes más macarras en “Thousand Pieces”.
Queda claro que “Koda” es un disco camaleónico en todos los aspectos, reinventando el sonido de Dätcha Mandala en cualquier parte de su transcurso. Con unos magníficos rangos vocales del bajista Nicolas Sauvey, o esos viajes al origen de la banda en la balsámica “Julietta”.
Entre esferas que se abren al lado más dinámico de Dätcha Mandala, los franceses se inclinan por ese lado más versátil en un trabajo que parezca construido para jugar en las grandes ligas. “Koda” es un periplo que transita décadas en su naturaleza sonora, y la definición final deja una factura más propia de unos veteranos que lleven décadas en carretera. En un mundo lleno de alternativas, los franceses se abren nuevos caminos dejando una impronta en su estilo musical muy prometedora que esperemos, lleve al reconocimiento mayoritario que merecen.
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