Déjalo sangrar – “Vol. 3: Habach / Polanco / Robles” (2017)

Post Rock / Doom / Instrumental

El pasado 2 de Noviembre asistimos al lanzamiento en directo del último trabajo de la gran banda chilena Déjalosangrar, a quienes venimos siguiendo hace tiempo porque resulta imposible no convertirse en adicto a la música de esta fenomenal banda. Hacía exactamente un año habíamos asistido a este mismo lugar para el lanzamiento de “Vol. 2” (reseña aquí) y un año después (nada es coincidencia en Déjalosangrar) estamos acá de nuevo con la firme convicción de que saldríamos felices después de ver a esta prodigiosa banda y así fue, ya entrar la mirada se fija en ese tremendo murallón de cajas apiñadas cual muro impenetrable, dispuestas a romperte los tímpanos con la potencia que emanaría minutos después.

Sirva esta crónica como reseña de su nuevo álbum dado que este se ejecutó tal cual su nueva obra, con el agregado que la apertura se basó en el cierre de “Vol. 2”. Con el emocionado saxo de Inti Berrios, los finos golpes de teclas de Ayelén Berríos, para dar paso a un exquisita intro a cargo de Manuela Reyes y su mágico ukelele que te transporta a otra dimensión, es como si intencionadamente quisieran despojarte de todo, de cualquier idea preconcebida, tal cual un ritual, en donde tu mente esté abierta a nuevas percepciones del sonido. Perfectas ambientaciones cargadas de un noise hipnótico nos introducen en “Vol. 3”, esos primeros casi 30 minutos de “#25” demuestran que estos tipos se toman las cosas muy en serio, como en una obra cinética expresionista, en donde el blanco y negro se apodera de todo, un transitar de emociones derivadas de la interpretación, dejan atónitos a un centenar de silentes testigos que perplejos son protagonistas de este proceso curativo que significa escuchar y ver a Déjalosangrar. Un corte cuya primera parte es sutil y delicada y en la segunda mitad sueltan todo ese peso y robustez que caracteriza a esta mole, de hecho en los últimos 5 minutos dejan caer toda su bestialidad y terminan por remecerte los intestinos con riff pesados y monolíticos, criminales percusiones y un bajo en extremo atronador.

Foto: Pablo Selknam

El disco está matemáticamente pensado, los cortes “#25” y “#27” de larguísimos desarrollos y los centrales “#24” y “#10” de casi exactos 8 minutos, son quizás los temas más directos que podemos escuchar de Déjalosangrar. Gargantuescos riffs te despiertan del trance y te llevan de regreso a la tierra sin ningún miramiento, sólo con el afán de recordarte que eres simple mortal, frágil y expuesto. Así te pueden llegar a hacer sentir en “#24”, un poder iracundo y a ratos salvaje. Ya aquí la ordenada audiencia no sabe muy bien cómo reaccionar, si aplaudir o mantenerse en ese silencioso estado de hipnosis del cual muchos parecen no poder salir. Todo lo transcurrido hasta ahí es perfecto, incluso para asombro de muchos, sobre todo de quienes no habían tenido la oportunidad de escuchar el disco antes, el tema que sigue les quiebra los esquemas, dado que “#10” es un corte rescatado de un baúl, que guardado por años hoy ve la luz en “Vol. 3”, para muchos resultó sorpresivo enfrentarse a ese vendaval de riff y ritmos acelerados, pocas veces visto en una banda que su música convive fielmente con el doom denso, el post rock y la experimentación. Aquí estaban dando cátedra y demostrando que pueden abarcar una infinidad de ritmos y salirse sin ataduras de ese clima drone que los caracteriza.

Ya con el cuerpo averiado por recibir el impactante peso pocas veces escuchado en estas latitudes, nos quedan los últimos 20 minutos de “#27”, del tema que cierra el disco y una presentación de naturaleza sencilla, sin embargo, prolija e impresionante. En “#27” aflora toda esa alta clase que poseen, un tema de ritmo denso, repetitivo y claustrofóbico que no sólo cierra “Vol. 3”, también una etapa de la banda, una trilogía de álbumes que están muy relacionados unos con otros, como si fueran parte de un todo acromático, tomando sentido cuando lo escuchas en su conjunto. Últimos minutos de noise, saturaciones y el ukelele para bajar la cortina. Una obra perfecta.

Foto: Pablo Selknam

Déjalosangrar nos ofrenda un trabajo fundamental con el que cierran un ciclo, una etapa en donde la banda fue capaz de abstraerse del color, de los títulos, de los egos que rodean a la música para concentrar cuerpo, alma y mente en lo que realmente importa. La música en su máxima expresión y composición, “Vol. 3” es una pieza brillante que puede ser capaz de elevarte con su mística y experimentación, también en muchos momentos puede violentarte con su descomunal peso. No hay límites, sólo los que el pensamiento sitúa y Déjalosangrar parece invitarte a desafiarlos, con una propuesta estéticamente simple, pero de una intensidad dramática pocas veces vistas o escuchadas en una banda instrumental. Cualquier persona amante de la música, sea cual sea ésta, debería escuchar este álbum, idealmente sin distracciones de ningún tipo. Fantástica banda y un álbum (y show) de alta recomendación.

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