Dun Ringill – “Library Of Death” (2020)
Traditional Doom Metal / Heavy Metal / Folk
De los que teníamos apuntados como lanzamientos del último viernes, lo nuevo de Dun Ringill se convierte de esta manera en nuestro DISCO DE LA SEMANA, en estos primeros días de Agosto, continuando por una senda mucho más ambiciosa tras el notable “Welcome” (reseña aquí) del pasado año.
Si aún no conoces a estos tipos pero un día te dio por volar con aquel disco que vio The Order Of Israfel como flamante debut llamado “Wisdom” (reseña aquí), que sepas que una parte de esa llama sigue viva en este nuevo proyecto con algunos de los componentes entre sus filas.
Al igual que hicieran con su álbum debut, Argonauta Records también distribuye este nuevo retoño del combinado escandinavo, dónde su creación se origina en las altas montañas de Noruega, pero su gestación parte desde los sótanos de Gotemburgo.
Siete nuevas canciones conforman este nuevo “Library Of Death” y por el que la experiencia de todos sus componentes, tanto en carreras como la de los mencionados The Order Of Israfel, así como de Doomdogs, sus vestigios al doom más tradicional, a la mejor esencia de Candlemass y esa mezcla de ideas entre el heavy metal más pausado y la elegancia del doom más lento, hacen especial la ecuación definitoria de unos Dun Ringill, más arropados para la ocasión y por supuesto con una firma de mayor belleza.
Muchas son las contribuciones de algunos invitados a esta nueva entrega. Flautas, violines, órganos eclesiásticos, trompetas y un sinfín de detalles que se descubren más allá de la primera escucha, esa dónde “Library of Death” empieza a cobrar los valores divinos.
Empezando por ese cierre con “Reverend Of Many Faces”, y ciñéndonos al título, son muchas las caras que colaboran en esta clausura maravillosa. Desde las voces de Glenn Kjellberg y Matilda Winberg, hasta la entrada con el órgano del ilustre Per Wiberg. Un canto melodramático fantástico abriéndose tras el amanecer de las campanas, y dejando más de 7 minutos tras de sí totalmente épicos como para ponerlas de las primeras en la lista para destripar. Partiendo de la base que la figura del cantante de ópera Glenn Kjellberg, le da más cancha al track, es verdad que Dun Ringill se abraza de igual manera que lo hace en “Dance Of The Necromancer”, otra de las destacadas, a esa armonía que acaba irrumpiendo en la total belleza con la entrada de la dualidad de voces operísticas y un final digno de aplaudir la grandeza del álbum.
Quitando este auténtico despertar son muchos los acomodos sometidos por las muchas contribuciones en “Library of Death”. Desde el primer instante, somos conscientes de que es un álbum sumamente trabajado en todos sus aspectos, de una brillante producción y una excelente factura. Las partes folk de la emocional “My Funeral Song”, nos llenan de esas oscuras melodías que preceden al género desde su vista más tradicional. Una canción que nos transporta directamente al corazón de las montañas escandinavas y esa una naturaleza vikinga en su interior. Totalmente diferente es su adelanto “NBK” (Natural Born Killers), con unos Dun Ringill más explosivos en riffs más afilados e intenciones mucho más hostiles. Todo un canto al NWOBHM. “Well Of Desire” nos mete nuevamente en las partes acústicas que radican las texturas más cristalinas y armoniosas de “Library Of Death”. La canción que lleva el nombre del álbum, se reserva su momento para la virtud de sus 3 guitarras; Jens Floren, Tommy Stegemann y Patric Grammann. Nuevamente la pista vuelve a abrirse a través de sus infernales riffs, en cuanto toman velocidad de crucero, y la apasionada voz de Thomas Eriksson alcanza su cénit, entonces es cuando sale toda esa pócima mágica de Dun Ringill, tirando de cierta marca progresiva, los omnipresentes indicios al folk y todo elevado a una imperiosa calidad incuestionable.
Cierro este destripe sin olvidarme de otra de las grandes destacadas, tal y como mencioné más arriba. “Dance Of The Necromancer”, una de esas pistas que evidencian definitivamente todas las influencias de la banda, en todo un canto a la magia del doom más clásico, toques de trompeta y un solo de flauta que le sacarían la sonrisa al gran Ian Anderson.
Definitivamente, es superior a un debut que ya apuntaba maneras como era “Welcome”, pero “Library Of Death” con toda la exposición ofrecida al género doom desde sus orígenes hasta los días del presente, han conseguido uno de los discos del año, y desde luego EL DISCO en su género. Culpa de ello la tienen tanto el bagaje de estos pedazos de artistas, así como esa cantidad de contribuciones a un brillante “Library of Death” que se levanta por encima del resto a través de una fábula de lo más detallista. Realmente merece todos los elogios que se está llevando en los diferentes medios, es tan grande como lo pintan. Sobresaliente regreso para la posteridad.
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