Eve – “El Cinquè Àngel” (2017)
Psychedelic / Progressive Rock
Después de su álbum “Lilith” del 2015, los músicos barceloneses de Eve, entran de lleno en nuestra web presentando su flamante último trabajo, “El Cinquè Àngel”, posterior entrega del que ya ha enseñado en sus últimos directos, sus mejores galas, y que trae sin duda la versión más madura, evolucionada y cristalina de estos artistas del recreo ofrecido todos los años en la amplia naturaleza de Pineda De Mar y su festival Cheapstock.
El pasado verano ofrecimos el primer adelanto de “El Cinquè Àngel” con “Maia”, precisamente el empírico viaje que clausura su nueva y literaria obra con una profundidad floydiana para que los amantes del progresivo, se maravillen de su existencia. Y es que cuando durante estos últimos días, estamos dando una especial batida por lo mejor del ámbito español en toda su amplitud, conviene destacar en este selecto grupo a una banda como Eve, tan diferentes como innovadores, unos metódicos de su estirpe que nos presentan durante el día de hoy, uno de los discos más espectaculares y aventureros del 2017.
Liberados por esa fuerza centrífuga, tras unos primeros instantes de calentada distorsión, el motor de Eve empieza a carburar con la inicial “Formació Del Plural”, magnífico crescendo como plato de bienvenida para darnos un breve resumen en sus 8 minutos de duración, todo el contenido de este “El Cinquè Àngel”. Es en estos primeros instantes, cuando a muchos de ustedes les vendrá a la cabeza la multitud de bandas centro-europeas que se mueven dentro de este estilo, tejiendo unas distinguidas construcciones primorosas, delicadas… marcadas por ese acelerado ritmo de batería y esos excelentes arreglos de guitarra que coronan la guinda del pastel.
Primer asalto concluido, somos conscientes de que estamos ante un disco antológico, uno de cada 20 que entra aquí, dónde posiblemente se le preste más atención a su infinidad de detalles, a esa mezcla de lírica-composición deleitable. De inmersión al sermón de Martí Sales en el poema “Germans De Distorsió”, estrechando los brazos la espiritualidad con la libertad del ser humano, y continuando hasta el tercer acto, “Liquidamen”, dónde pasamos del progresivo de sus primeros compases a una mezcla psicodélica-ambiental totalmente flotante. Dos capítulos, contiene esta tercera pieza, el balanceo seductor de su primer tercio, con unos Eve columpiados en ese vals fascinante, ebrios de instrumentación, y definiendo a un último segmento más pesado, con sabor noventero, advirtiéndonos de que “para su seguridad, esta estación está dotada con cámaras de video-vigilancia”. El bucle demencial por el que transita el cuerpo a través del doom más oscuro y melódico, dónde la bestia que llevan dentro estos Eve, libera sus cadenas para asestarnos su fuerza bruta.
Nuevamente, “La Justícia Feta Cuina”, nos muestra un nuevo recital a dos voces para conducirnos a “Helldegger”, sin duda la demencia de este “El Cinquè Àngel”. El delirio de Eve surge entre las estrofas influenciadas por las odas del pensador alemán, y los músicos llevan ese psico-análisis con un ansioso Oriol Sauleda a las voces; “Sólo a partir de la verdad del ser se puede pensar la esencia de lo sagrado. Sólo a partir de la esencia de lo sagrado se puede pensar la esencia de la Divinidad. Sólo a la luz de la esencia de la Divinidad se puede pensar y decir lo que significa la palabra Dios”. Dicho esto, Eve se abre nuevamente ante un mundo lleno de desfiladeros, de rebuscadas composiciones acordes con la lírica de Martin Helldegger, entre esos infiernos que esconden sus apellidos, y dónde descienden estos artistas para equilibrarlo a la ansiedad de sus letras. Todo se tambalea, la Tierra se resquebraja, Eve se consume en este caótico escenario de composiciones desenfrenadas, coronando así otro de los grandes momentos del redondo.
Reiterándose nuevamente en los discursos de ambientación que funcionan como interludios en “El Cinquè Àngel”, la sexta pista llamada “El Nen Blau”, viene de la mano de Guim Valls, siendo de las 3 arengas que contiene el álbum, el más instrumental. Atentos al cierre, el que disfrutamos en su tiempo como el single del álbum, también el más largo de “El Cinquè Àngel” y dónde Eve completa ese círculo de géneros musicales de su nueva proeza con la mejor de las delicatessen progresivas, un canto a la llamada de esas bandas progresivas de los 70. “Maia”, va desde Jethro Tull, pasando por Yes y cerrando con los mismísimos King Crimson. La baza instrumental de Eve resplandece en este extenso valle multicolor relleno de las tonalidades más bellas, de los matices que faltaban por rellenar este imaginario espectáculo.
Pocas veces suelo alargarme tanto con las reseñas, pero es verdad que es escuchar “El Cinquè Àngel” e irremediablemente caer en elogios, seducirme por su dulzura, enamorarme de sus laberintos… El último de los lanzamientos de Eve es la poesía de la psicodelia, una novela pasada a su versión musical destacando personajes literarios como Rodoreda o Helldegger. Un estilo ceñido al underground pero que nada tiene que envidiar a las formaciones de primera fila. Poblado de unas finas composiciones de lo más exquisitas, dónde Eve se mueven con maestría entre los complejos géneros del progresivo y psicodélico. A todo esto, hay que añadirle la fuerza del rock más pesado, los murales de distorsión o las contribuciones con los instrumentos de viento. Un verdadero manjar que hace de cada una de sus escuchas, otra nueva odisea por la que volar. No tengo duda de que estamos ante un serio candidato a ser uno de los trabajos estatales más destacados del 2017.