Geezer – «S/T» (2016)
Stoner Rock / Heavy Blues
Menudo añito están llevando los señores de Ripple Music, con una senda de grandes lanzamientos contados en este 2016 como Devil To Pay, The Watchers, Gozu, Wo Fat o The Judge, por citar algunos. Muchos de ellos evidentemente estarán dentro de lo mejorcito que a partir de la semana que viene, con la llegada de la segunda y última quincena del año, hablaremos largo y tendido y como siempre, todo bien clasificado.
El homónimo álbum de Geezer es uno de esos discos que no podíamos dejar pasar por alto, un álbum para los amantes del mejor fuzz, del rock pesado y estratosférico, digno de escuchar tumbado en el desierto mientras disfrutas del firmamento estelar plasmado en su artwork.
Este trabajo se convierte en el tercer disco de este power trío neoyorquino, que compacta su mejor estampa en este trabajo resumido en 8 nuevas piezas de alucine. Excelente la química entre sus componentes que dejan ver una de sus mejores versiones. Todo funciona en el pesado armamento que descarga Geezer en su nuevo álbum, un bajo constante y demoledor que actúa como un martillo pilón, como un compresor que resquebraja el suelo y más se hace notar cuando la guitarra entra en demencia, esparciéndose por el cosmos de solos estratosféricos como ocurre en “One Leg Up” dónde el batería impulsa con un ritmo medio que se mantiene en constancia, dejando la carga pesada a los mástiles de la parte delantera.
El álbum tiene para todo, pero su mayor fuerza se concentra en el tramo intermedio del mismo, dónde residen sus piezas más largas y dónde también los músicos sacan a relucir sus mejores armas en las secciones más largas. Un trabajo de guitarra en alza como pasa en “Sun Gods”, 
la cumbre de este disco, digna de elevarte hasta las estrellas y marcándose esa jam que se extiende durante los 9 minutos que te rinden a la creatividad de estos genios. “Bi-Polar Vortex” es más salvaje, dónde entra el poder del señor riff y “Dust”, prácticamente es una hermana gemela de “Sun Gods”, eyectándote ese post rock ambiental que recrean en esta melancólica canción.
Dejando a un lado ese parte intermedia del álbum dónde los músicos destacan en buena parte de sus facetas, otras piezas como “Superjam Maximus” despega con cierto toque progresivo y un rock duro y pesado que actúa como la mejor de las influencias hacía los grandes Monster Magnet. Esto puede parecerse en todo el disco, en el caso de esta séptima pieza se divide en una primera parte más propia de los Wo Fat, ligeramente menos musculosos, para cerrarlo con un ritmo frenético que te recordarán a los mejores momentos de Motörhead. Una gozada de tema, que duda cabe. Atentos a “Hangnail Crisis”, estelar solazo de guitarra para este in crescendo que se convierte en otra de las destacadas, sin olvidar ese himno de batalla que marcan como punto de inicio con “Sunday Speed Demon”, canción no apta para domingueros.
Estamos ante un trabajo que se necesita experimentar con él, solo a través de ese firmamento que marca su portada se abrirá una puerta que te conduce a un campo lleno del mejor heavy rock. El crecimiento de estos Geezer llega con su homónimo trabajo dónde todo ese desarrollo creativo toca el cielo con la yema de los dedos y te lo devuelve con un puñado de piezas que relucen creatividad, dinamismo y mucha fuerza. Un clásico para tu reproductor en las próximas semanas.
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