IAH – “III” (2020)
Foto: Fernando Scarpa
Psychedelic Rock / Experimental / Instrumental
Todos los ciclos de la vida, como la conocemos, tienen su nacimiento, proceso y término, estas etapas no son necesariamente definitivas, más bien forman parte de algo mucho más grande, algo más complejo que se separa de lo humano. La grandeza del universo nos ofrece múltiples miradas, escarbar en el discernimiento de todo lo que nos rodea parece una tarea interminable y sólo nos resta conformarnos con alcanzar una mínima parte de lo que podemos ver a nuestro alrededor.
En el mundo musical existen bandas que crean sus obras a partir de un pensamiento colectivo, que persiguen una idea y que basan su universo compositivo en alguna imagenería que se abre y cierra en términos conceptuales, pero que tiene un horizonte claro, navegando en el conocimiento continuo para fraguar su obra, una de estas experiencias es la que ofrecen los cordobeses IAH.
Todo comenzó con ese despegue astral de 2017 (reseña aquí) en donde el “Ouroboros” cobra vida y toma mucha más fuerza al mirar hacia atrás. Todo estaba planeado así, el inicio de la búsqueda representada por el viaje. El sonido en esa época era turbulento, imaginativo, psicotrópico, lleno de vértigo.
En 2018 aterrizamos con el segundo trabajo de IAH, una segunda fase, la del conocimiento, aquella que llevó a la banda a crear una obra un poco más compleja y muy potente, cercana al post metal. Experimentaron con nuevos sonidos que los llevaron a mostrar su música a tierras más allá del Atlántico, donde no habían pisado antes.
Así lo imaginó IAH, quienes con una consecuencia inquebrantable buscan con este tercer álbum cerrar un ciclo para volver a nacer, crear y comenzar nuevamente. “III” viene siendo la culminación de la primera etapa de la banda, en esta parte es cuando IAH se afirma en sus convicciones, cierra una etapa, pero pone los pilares fundamentales donde construirá su proyecto y desde donde iniciará nuevos viajes.
Musicalmente esta obra también se separa de las anteriores, una trilogía que nos brinda diferentes espectros de la música instrumental, el trip en esta ocasión es mucho más calmo pero intenso en sus movimientos. Drástico, increíblemente sólido, predomina la psicodelia progresiva en donde Pink Floyd seguramente tiene más de una cabida, sobre todo en esa mágica “Ennui”, pero remarcado en “Lo Que Hoy Es Evidente”, también se pueden encontrar lisérgicos pasajes, asentados en desiertos nocturnos imaginarios. Con “Raju” puedes ver caer los astros que se apagan en el infinito, si buscan pueden encontrar guiños a Elder, Yawning Man, Somali Yacht Club o Causa Sui, pero es sólo una mera referencia, la banda desde sus inicios ha cimentado un sonido muy propio que los identifica y separa de sus pares.
Grabado en vivo por Mario Carnerero, mismo de “I” y “II”, prácticamente el mismo equipo de los 2 álbumes anteriores, incluyendo el trabajo de arte de Guillermo Scarpa y fotografía de Fernando Scarpa, “III” completa de forma extraordinaria una etapa de IAH que los ha llenado de elogios por todo el mundo y posicionándolos cómo referentes en el cono sur sudamericano.
IAH nos regala su trabajo definitivo, aquel que consolida laboriosos 3 años desde el debut. Un avanzar constante en la búsqueda de nuevos sonidos, construcción de nuevos eslabones, y extraordinaria pulcritud de movimientos que los traslada desde el space rock al progresivo, del shoegaze a la psicodelia, siempre de forma muy natural. Transiciones que se consiguen sólo cuando adquieres la experiencia y el conocimiento para hacer que tu música fluya y no se detenga, un grandioso trabajo, con menos densidad que “II” pero más complejo en ideas. IAH da pasos firmes hacia un futuro tan esplendoroso como inesperado, sólo ellos saben hasta donde quieren llegar.
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