Jardin De La Croix – «Circadia» (2016)

Progressive / Math Rock / Instrumental

(Aloud Music Ltd / Lar Gravacions)

Más de 3 años hemos tenido que esperar para escuchar la continuación del excitante “187 Steps To Cross The Universe” (reseña aquí), el álbum que coronaba a uno de los diamantes vanguardistas más prometedoras de la escena española, Jardín De La Croix.

Nuevamente bajo el vínculo de Lar Gravacions y esta vez con la co-edición de Aloud Music Ltd, por quiénes ficharon a comienzos de año, se encomendaron juntos en vivir una nueva aventura de universos confusos, de ese algebra musical que hacen las complejas composiciones de la banda madrileña, fundirse en los estilos más difusos como el progresivo o el math rock, como lo han etiquetado muchos medios.

“Circadia” es su cuarto acto de una impresionante discografía dotada de un virtuosismo pocas veces visto en este país. A diferencia de su tercer trabajo, el nuevo álbum es mucho más largo y ambicioso en sus funciones, lo cuál, ya es lanzar demasiado lejos para una banda que no se ha marcado un techo dónde culminar su enorme escalada.

Jardín De La Croix es pura ópera del siglo XXI, como si cogiéramos lo mejor de Bach, Mozart y Ludwig Van y nos trasladáramos al nuevo milenio, dónde se abre el telón para un festival audiovisual totalmente enmarañado, con cuatro genios sobre el escenario totalmente calculadores, minuciosos cada uno en sus ejecuciones. Y así comienza con un primer acto comprendido por el trío inicial de piezas; “Seventeen Years To Hatch An Invasion”, “Reversion” y “Intermareals”. Los músicos se pierden dentro del onirismo de sus composiciones, segmentos comandados por una estupenda progresión rítmica marcada por el bajista Nacho y un propulsor en los parches como es Israel Arias que nos rinde con toda una exhibición de concentración y destreza por la dura faena que siempre tiene un batería en esto de las bandas progresivas. Es en esos compases iniciales, dónde sentimos como la intromisión del piano tiene un mayor protagonismo en este nuevo LP y hace recoger una mayor ambientación dentro de ese frenetismo de una formación en constante estado de ebullición.

Las melodías crecen conforme avanza el disco, “Reversions” es una buena prueba de ello. Nuevo in crescendo que se construye capa sobre capa en diversos actos que muestran los 8 minutos posiblemente más atmosféricos de “Circadia”, dónde Jardin De La Croix saca nuevamente su varita para dar esos guiños al post rock dentro de esta ecuación de tercer grado. El mar de nubes se abre ante nuestros ojos y los rayos de sol nos deslumbran de tal manera que esa fuerza solar, toma conciencia de sí mismo con “Intermareals”, el episodio más logrado de “Circadía” y sin duda un tema de enganche por el que liderar a esta banda. Los madrileños marcan esa prominencia musical a base de un visionario mundo plagado de riffs y tecnicismos, las atmosferas por las que cruzan se hacen innumerables, consiguiendo un nuevo éxtasis musical cargado de emociones pasajeras.

Completada la primera cara del álbum, si le damos la vuelta encontraremos más de lo mismo en este enrevesado firmamento, dónde las sorpresas son incontables y es que Jardín De La Croix es de esas bandas que no está exenta de sobresaltos, puede dejarte clavado a la silla sin creerte nada de lo que estés escuchando, hasta dejarte estupefacto con “Green Architect”. No hay momentos para coger aire en “Circadia” y es en esas capas de placidez que introduce la cuarta pieza dónde nuevamente esos encuadres melódicos se aclimatan a la atmosfera reinante, dónde la intensidad de las guitarras de Pablo y Ander Carballo, quién a su vez se complementa con el trabajo a las teclas, empiezan a llenarte de esa grandeza instrumental por la que Jardin De La Croix es única a la hora de magnificar.

Las dos últimas piezas del disco, son también las más cortas. “Trail From Alaska” y “Flowers And Carrions” son duras pruebas nuevamente para la sección rítmica de la banda que vuelve a salvarlas con nota, aquí es el despliegue se hace mayor, tanto que te deja aturdido. Momentos que deben de ser de un goce sobresaliente en sus directos. Todo se hace como una recarga de batería que poco a poco va llenando combustible a esta esa explosión sónica de las guitarras dónde las manos no paran de subir y bajar por el mástil.

Todo un deleite y un mayor espectáculo el que nuevamente nos rinden Jardin De La Croix, “Circadia” es otra exhibición más que demuestra la destreza de estos grandes talentosos. Estos juegan en otra liga, solo que los más grandes aún no lo saben, eso sí, su nuevo álbum es otra ruta operística por las que disfrutar de otros 45 minutos que los madrileños te regalan para que te pierdas nuevamente en su laberinto. Palabras mayores.

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