King Hiss – «Mastosaurus» (2016)
Stoner Metal / Hard Rock
Los genuinos belgas King Hiss nos maravillaron en el año 2014 con un potente debut que traía como arsenal el rock más pesado visto desde la vertiente del stoner más metalero. Esa perífrasis de estilos es dónde ellos son capaces de brindarnos con unas estupendas composiciones que por momento pueden pasarte por encima como las ruedas de un camión.
Llegó el momento de comprobar si un auténtico cañonazo como fue “Sadlands” (reseña aquí), tiene una continuación memorable. La respuesta a esto es tan evidente como contundente. Sin rodeos ni ningún tipo de tapujos, este “Mastosaurus”, ya nos advertía como toda una declaración de intenciones ante tal magnánimo título. El segundo álbum de los belgas trae mucha más fuerza bruta y mostrando una musculatura que coraza el armazón de estos King Hiss.
“Mastosaurus” es excitación pura, una orgásmica sensación pista tras pista, un ejemplo de la fuerza de sus componentes para llevarlos hasta el nervio que facturan en estas 10 nuevas pistas, dónde se afirman con un paso al frente yendo más allá de sus influencias, tras una orgía de innumerables riffs para coleccionar, una sección rítmica tan difusa como aplastante y una intensidad que se derrocha a raudales.
Los músicos regresan dos años después estando a la altura de las expectativas. Desde su inicial “Homeland” se establece el punto de “no retorno”. A partir de aquí, puedes ser seguidor de un centenar de bandas de los 90, King Hiss puede hacerte retroceder a esa época, o tal vez decidas quedarte a su lado, cualquiera de las 2 valen, pero el presente es lo que cuenta.
Como mencionamos en un principio esa amalgama de estilos es lo que caracteriza a una banda como ellos, puede imponer un ritmo frenético tirando de los momentos más hardcore punk con “Egomaniac”, “Stuck In A Hole” o “Renegade”, hasta trasladarte a la escuela de Atlanta dónde Troy Sanders, Laura Pleasants o John Baizley actúan como profesores que encuentran a uno de sus alumnos aventajados capaces de matricularse con piezas como “We Live In Shadows”, “Tourniquet” o “Black Sea, Slow Death”.
La pieza que lleva el nombre del disco, y a su vez primer adelanto de la banda mostrado a principios de mes, equivale al excelente estado de forma del que goza en la actualidad una banda como King Hiss. Casi sonando como una formación veterana curtida en mil batallas, los belgas vuelven a recrearse y calificarse por ser unos artífices de las grandes composiciones.
“Mastosaurus” no lleva ningún tipo de etiquetas, o tal vez sí, que tal la de “mantener fuera del alcance de los niños”, porque tal vez a más de uno pueda tener pesadillas con su nueva propuesta. Más atronadores y con mucha más chicha, este segundo álbum es un puñetazo en toda regla sobre la mesa. Un auténtico torpedo que pierde el rumbo dentro de su lanzamiento y no sabemos dónde caerá, pobre de aquel que se entrometa en su trayectoria. Bienvenidos al caótico nuevo trabajo de los belgas, un regreso triunfal de King Hiss.