Krazark – “Fireflake” (2023)
Heavy Rock / Alternative
Trabajos, a priori, cortos en su duración pero sólidos en su definición, rocosos en sus riffs, y con ese sello stoner/doom y sus derivados desde las vertientes del proto metal, hacía las inclinaciones sureñas. Listos y dispuestos, este es el itinerario de un lunes abierto a dos novedades y la grabación de un nuevo podcast que saldrá a lo largo de esta semana.
Que menos que abrirnos para todo ello con este retorno de la formación madrileña Krazark, los mismos que debutaron con su homónimo EP a principios de 2018, y que ahora, siendo un lustro después, lo hacen con el que han bautizado como su nuevo debut larga duración.
“Fireflake” es la expresión propia al sonido de Krazark y sus exponentes más directos. Su denominación sureña deja esa combinación perfecta para sentarnos a festejar estas canciones a orillas del Mississippi.
Desde luego hay una esencia a los últimos años del siglo XX en todo el disco que es más que patente, y esto a su vez se activa con una colección de ganchos inspirados en ese stoner rock prominente que nos atropella en momentos como los de “Far Away From Sorrow”. Desatados por esa rabia protestante de sus letras, Krazark nos da un baño de nostalgia por los grandes tiempos, en este vehículo temporal que tiene esos aires más The Doors en los compases de “Leave It All Behind”, ya que la referencia a Morrison está ahí como otro de esos exponentes de los madrileños.
Fantástica la entrega de Esteban a las voces, así como de Kiara al mástil de 6 cuerdas. La química de ambos fulmina las partes más incendiarias del álbum. Paso adelante para su sección rítmica, mucho más inspirada y hormonada con respecto a su homónima entrega.
Hablando de influencias… los 5 minutos y medio de “Get The Fuck Out Of My Face”, lleva ese guiño al mítico Neil Fallon en las iniciales de Esteban. El equilibrio de la banda es magnífico en “Fireflake”, este segundo acto es un ejemplo del paso evolutivo de la banda, al añadir un mayor dinamismo en unas composiciones, no solo mayores en números, también en una duración de la que Krazark hace alarde de sus muchas prestaciones. Definitivamente, esa inspiración en los de Maryland, se desata en su continuación, ”Freak Show”, con el cuarteto llevando los minutos más alternativos de “Fireflake”.
Si hablamos de su dinamismo y un mayor cuidado en sus canciones, esa labor se puede ver en “Nothing Lasts Forever” una de las sorpresas de nuevo registro de Krazark, en dónde esa capacidad sureña hace acto de presencia recordando en parte los orígenes de Krazark en la pasada década. Aquí volvemos a citarnos con ese moderado columpio de los madrileños, entra en una onda atmosférica sumamente reconfortante.
Cierro el destripe del álbum con cortes como la venenosa “Rockin’ My World”, volviendo nuevamente a ese espíritu The Doors y ese retoque sureño o esa canción principal que clausura el propio “Fireflake”, con una crítica más que evidente a los tiempos actuales, el espíritu de supervivencia de los perros viejos y todo bajo ese periplo desértico que conecta su velocidad de crucero en los minutos finales.
Paso en firme para la próspera evolución de unos Krazark que sin dejar de lado sus principios más estrictos, siguen avanzando dentro de ese conglomerado de estilos arenosos y sureños, dejando a su paso un aire al mejor rock de las barras y estrellas, y sobre todo, sus detallados minutos del nuevo “Fireflake”, acongojándose mucho para tener la ambientación más idónea a los aires sureños que sin duda se convierte en el elemento estrella en la música del cuarteto madrileño.
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