Las Trumien – “Głód zabijania” (2023)
Sludge / Stoner
Con todo el sabor de las tierras de Carolina del Norte, el fangoso sludge de los polacos Las Trumien regresa con un nuevo capítulo a su cenagal bajo el título de “Głód zabijania”.
Siguiendo su corta pero alentadora carrera en los últimos meses, un primer larga duración como era “Licząc Umarłych” (reseña aquí), le siguió un estupendo entrante a este segundo álbum aquí presente como era el EP, “Więcej Śmierci” (reseña aquí). Ejemplos solventes para ver de qué pasta están hechos estos polacos que de alguna manera u otra, pueden llevarte al lado más primitivo de los primeros Iron Monkey, saltando así el charco Atlántico para meterse en la América profunda y llevarnos por referentes como Bongzilla, Down o Eyehategod.
Siempre con esa estampa sureña, siempre con ese precinto sludge, Las Trumien es uno de esos espejos a los que mirar a la multi-perspectiva que ofrece la cantera del país centro europeo en los muchos ejemplos aquí presentados.
Con el nuevo “Głód zabijania” tenemos nuevamente la distribución de Piranha Music y el arte exterior de Maciej Kamuda como presentación antes de adentrarnos en un periplo de asesinos en serie a base de una implacable sección rítmica y una marca de riffs para arrastrarnos por el mencionado fango.
Hablamos de asesinos en serie y rápidamente se nos viene a la cabeza Church Of Misery, otros que se suponen que muy pronto vienen con un nuevo álbum ya acabado, y que por su sonido, nada tienen que envidiar a estos polacos con empujes claros como son las acometidas de “Złe wieści” y ese tormento de riffs intensos. Con “Wiosna w Miami”, la descarga es aún más salvaje, tirando de ese punk de la vieja escuela como otro de los tantos exponentes a los que mirar el largo abanico por el que se columpian estos polacos.
Un expreso como es “Świeża krew” también vuelve incrementar la rítmica de Las Trumien, bien contrarrestada por las iniciales “Pstryk pstryk” en la que esa combinación sludge/stoner, se convierte en marca de la casa por Las Trumien. Con un corte como “Co kryją wrzosowiska”, encontramos una de las sorpresas de “Głód zabijania”. La dualidad en las voces nos lleva por unos derroteros algo más melodiosos sin dejar de lado esa fuerza bruta de la banda, sin embargo con “Ostatnie dni” podemos notar cierto aroma a las eternas huestes de Birmingham, como enésimo recurso de Las Trumien. Destaco sobre todo un corte como “Zamknięte drzwi”, melodía y contundencia van de la mano en un tema pegadizo que lleva al recuerdo de este álbum.
Realmente “Głód zabijania” no es un álbum para un público mayoritario y si para esas reducidas masas que se pueden considerar auténticos devotos del sludge de la vieja escuela. Claro paso delante de Las Trumien, que siguiendo fiel a sus instintos, deja otro testamento del sonido pesado desde los sótanos más humeantes de los bajos fondos de Polonia.