Maragda – “Tyrants” (2024)
Heavy Psych / Progressive Rock
(Spinda Records, Nafra Records)
Como una de las sensaciones más gratificantes que viví durante la pandemia, la vuelta de Maragda estaba marcada en rojo en mi calendario. Uno de esos recursos que viene bajo el precinto de Spinda Records con esta continuación a un gran estreno homónimo vivido en el otoño de 2021 (reseña aquí).
Las denominadas “Trippy Series” rescatadas del sótano de Spinda Records, vuelven con otro capítulo que añadir a sus largas vitrinas. En una perspectiva paralela, los músicos barceloneses vienen con toda su estética heavy psych y la contribución del productor Richard Behrens para la ocasión, conocido por haber formado parte en los trabajos de Kadavar o Elder.
Una señal para ver el ascenso sonoro de Maragda en tan poco tiempo. La palabra “prometedora” es el apellido de este proyecto catalán, sus edificaciones disparan en muchas direcciones, siempre con esa visión caleidoscópica, siempre desde un firmamento de cierta oscuridad, pero reinante en la frescura de su sonido, en como sus estructuras prosperan en medio de rangos vocales reverberantes y esas armonías psicodélicas que rebotan entre las paredes del cosmos universal.
No se engañen, la música de Maragda es tan pintoresca como parece, y sus muchos aceleramientos tienen ese carácter espacial que parezca la guinda de un gran pastel psicodélico, viajando hasta los territorios más inhóspitos entre los muchos recursos que puede adoptar el power trío dentro de su larga esquemática de conceptos a desglosar.
Muchos de ellos se llenan de tantas rarezas en “The Singing Mountain”. Su prematura madurez (valga la contradicción) deja un claro manifiesto en “My Only Link”. “Skirmish” tiene esos espacios para los riffs pesados perdidos entre el abismo negro universal, los minutos de “Godspeed” te hacen volar la cabeza con una rítmica infernal, mientras que cortes como “Loose” o “Sunset”, terminan de pintar este lienzo de carácter multicolor desde sus edades más primitivas, hasta los instantes más poperos.
“Tyrants” muestra a unos músicos con un tacto sublime por muchos de los géneros más complejos del rock y eso denota un criterio y el atrevimiento de sus intencionalidades para festejar la definición de un disco con una naturaleza extrasensorial por exaltar nuestros estímulos.
La vuelta de Maragda sigue esa tangente ascendente en la complejidad cuántica de la banda y “Tyrants” es un puñetazo sobre la mesa para transmitir sus mejores ideales musicales.
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