Mothraship – «Smother Earth» (2019)
Heavy Rock / Progressive
Lo bueno de estar metido en este tinglado, son los muchos oídos que tengas por vecino en las redes. Siempre con recomendaciones bastante aceptables como estos Mothraship, una buena mañana de domingo despierto con el mensaje en la bandeja de mi buen amigo en la distancia, el máster Roberto Fuentes de Red House Producciones, con la firme intención de escuchar el nuevo retoño de los músicos norteamericanos de Denver.
El apuesta más por el toque grunge debido a esas vocales ejercidas por Beau Callies, en el caso de un servidor, por esas marcas progresivas virando hacía el maravilloso universo progresivo de los 70 y las semejanzas por una dulzura auditiva como fue “The Seven Scrolls”, como la épica plasmada por sus compatriotas Druid durante el año pasado.
En cualquier caso, estas dos fijaciones son bastante orientativas para sumergirnos en la nueva propuesta del cuarteto de Colorado. Sus largas estructuras tienen tanta longitud como el tacto de su delicadeza. Es en estos momentos, cuando recalco esa frase muy citada por mi parte de encontrar “la exquisitez del buen gusto”, sobre cómo fabricar canciones con una buena base progresiva y un mimo en sus muchos arreglos.
“Smother Earth” se convierte de este modo en el nuevo trabajo de Mothraship, sucediendo a su homónimo trabajo de hace 3 años y extendiendo aún más un círculo de creatividad instrumental y de amplias geografías progresivas para transportarnos desde la extrema belleza de “Cannonball”, hasta la robusteza de sus riffs en una rítmica más notable como es “Lycanthrope”. Ambos son ejemplos perfectos para ver las muchas cualidades de unos músicos que no se achantan a la hora de cruzar por varios estilos musicales y si de darles un carisma y una gran personalidad a su estilo.
En cualquier caso, “Smother Earth” muestra unos Mothraship algo más ambiciosos que su anterior entrega. Las estructuras son algo más largas cierto, pero también atrevidas, llevando el buen galope del heavy psych más característico en las muchas formaciones que acampan y marcan una historia en estos días del presente para la historia del género, desde la soleada California. En este caso y a algunos kilómetros de distancia, Mothraship moldea algo parecido en unos constantes giros de guion y muchos cambios de ritmo con la acelerada intro que sirve de entrante, “My Own Kid (Intro To My Dead Horse)”. Todas las combinaciones de la banda, aferran sus intrincados pasajes en una miscelánea mágica dentro de su juego de guitarras, una buena base rítmica y la caracterizada voz de Callies. Pasado el entremés y ellos mismos definiéndolo como primera pista original de “Smother Earth”, la segunda “My Dead Horse” ofrece un amplio universo que si da motivos para el credo a esas palabras del compañero Roberto, en ese acercamiento a las vertientes alternativas de la provechosa Seattle. Sin olvidarnos de su cierre, decir que “Walmartyr”, más allá de ser la pista más larga del redondo, también es la que avista el mayor relieve de Mothraship, desde su cara instrumental. Es como un torbellino impulsado por la fuerza y bendición de sus guitarras y esos cimientos de un heavy psych con algo de pesadez y mucha, muchísima elegancia, rezumando el estilo más tradicional.
“Smother Earth” es golosina para los oídos, un regreso notable para acentuarlo ante las duras condiciones que nos está dejando este abrasador verano e inclinarnos ante la calidez de estos norteamericanos. Llenos de una versatilidad incuestionable y un incondicional amor por los clásicos, su segundo tomo debería de llevarles a un nuevo nivel en el mercado ante una banda que lentamente nos está dando una explosión a lo que todavía no ha llegado a ser su supernova definitiva, pero parece que está próxima y sino, este segundo volumen es sin duda el horizonte de radiante iluminación cegadora que nos avisa a su inminente deslumbramiento. Las maneras ejercidas en su nueva obra, son todo un hecho, pero por encima de todo, una declaración de intenciones. Hay talento para rato aquí dentro…
