Picaporters – «XXIII» (2019)
Heavy Metal / Doom / Psychedelic
La metamorfosis llevada a cabo en la vida musical de Picaporters, con tres discos larga duración hasta la fecha, es todo un atractivo para cualquier oyente. Si centramos la mirada en su primer “Elefantes” (reseña aquí), vemos una banda con un claro dominio en sus virtudes, pareciendo veteranos de su estirpe desde su propio nacimiento, con unos principios e incondicional amor por el género que rápidamente se destapan en su consecución, “El Horror Oculto” (reseña aquí). Este álbum en cuestión, rápidamente definiría el sonido de la banda, trasladando ese heavy metal primitivo, al tercer redondo que hoy presentamos, “XXIII”.
Gestado en los estudios de El Attic el pasado mes de Noviembre, la formación argentina volvió a ponerse a los mandos del ingeniero Patricio Claypole para la fabricación de este tercer redondo suyo, un nuevo avance al frente para ver las muchas prestaciones y amplio dinamismo ofrecido por Picaporters en esta nueva aventura, y son muchas.
La prosperidad de Picaporters sigue su curso, el simple hecho de disfrutar todos los matices de un encantador tema como es “Por El Sendero Del Desarme”, con una formación en estado de gracia, perfecto tanto en la sección rítmica como en un soberbio Barrué, haciendo las delicias del respetable. Los argentinos encandilan con esta cuarta pista a través de una fina prosa musical, reducida a los diferentes estados de ánimo que bien pueden resumir en sus 5 minutos todo el bagaje introducido en “XXIII”. “Vencida” es otro top del álbum, poniendo de manifiesto su amor por la psicodelia, sumergiéndonos en ese ácido rock improvisado y reverberante. ¿Un martillo del disco? “La Sierpe Argotiana”, abrasivo en su descarga, una pasarela del álbum conducida a un final inhóspito en ocasiones, sombrío como muchos momentos de su segundo álbum, con momentos dirigidos al folk como “Número 5” y sirviendo de entrante para el gran misterio de “XXIII”, que no es otro que su cierre de 18 minutos, “M.I.”. Si a estas alturas creías que los amigos argentinos iban a dejar de sorprenderte, no sabes lo equivocado que estabas. La fábula construida para la ocasión, viene ante un crecimiento único, una total entrega de la banda, toda una obra en su amplia gama de luces multicolor para la purificación del oyente. Picaporters se encuentra así mismo, purgándose en esta epopeya prácticamente instrumental, por momentos ambiental, y todo un rompecabezas que a su vez, sirve para reflejar un nuevo giro de tuerca en todo lo fabricado por la banda, que no es poco.
La banda sigue enfocando a sus raíces, sus mezclas más sabbathicas pero también un fino y oscuro arte de la improvisación, bien contrarrestado cuando entra toda la fuerza instrumental del power trío en “La Soga De Los Muertos”, un perfecto cóctel de bienvenida. En este caso y centrándonos en el primer tramo del disco hay dos temas a destacar, la amplitud de sus canciones y su devoción en algunos aspectos por el heavy metal más clásico. Esto es exactamente “Despertar”, un frenesí centrado en los salvajes y frenéticos riffs de Lucas Barrué, por momentos, ya que al fin y al cabo, la vertiente progresiva de la banda, fiel reflejo en la madurez de muchas, vuelve a ponerse de manifiesto con los diversos cambios de ritmo dónde estos Picaporters parecen sentirse cada vez más sueltos. “Jinetes Del Universo”, tanto en su demente lírica, como en su composición, es una pista mucho más directa, con el firme propósito de ser lo que es, uno de los sencillos de “XXIII”. Atentos a ese asalto de riffs rompecuellos en su tramo final.
Picaporters entrega su álbum más ameno y versátil hasta la fecha, una declaración de principios musicales y destape de sus más directas influencias, reflejadas en sí misma en los 8 actos que contiene su nuevo “XXIII”, otro paso más hacia delante para el disfrute en esa metamorfosis que hacíamos referencia al principio en lo que yo considero una de las innovadoras bandas, surgidas del vasto imperio underground argentino.
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