Qilin – “Parasomnia” (2024)
Stoner / Doom / Instrumental
Bajo la alineación de 4 piezas y las líneas del stoner/doom más instrumental, los bajos fondos de la capital francesa vuelven a darnos otro regalo para los oídos desde las pendientes más atmosféricas.
Cierto es que volvemos a indagar en uno de los rezagados del 2024, y para la ocasión, incluso podríamos añadir que es uno de los madrugadores del presente curso. Todo esto se materializa bajo el nombre de “Parasomnia”, segundo registro de estos músicos llamados Qilin.
En un contexto sonoro que pueda orientar al oyente, Qilin (asesino en francés) lleva la profundización de Yawning Man, la contundencia de Domkraft y la atmosfera de Spaceslug. Son precisamente estos franceses los que los nombran en su largo abanico de influencias, y entre tanto brote de sabiduría en los diferentes exponentes de bandas a las que mencionar, estas 3 formaciones en cuestión despuntan de una manera que acaba construyendo el sonido del nuevo “Parasomnia”.
La grandilocuencia del doom nos lleva hasta los confines más inhóspitos. Ante todo estamos ante un disco explorador en su naturaleza, imaginario en el paisaje que aquí se dibuja e ilusionista por las emociones que transcurre en sus venas.
Un embriagador periplo transitando por enormes picos de emocionalidad atmosférica, haciendo más que interesante que esos largos desarrollos instrumentales, siempre tenga algún pasadizo secreto en el que encontrar nuestro mejor bálsamo espiritual.
Con un trance garantizado, los franceses disfrutan de este carácter sónico en la ejecución de sus muchos riffs en medio de esa nebulosa caleidoscópica. La definición de las guitarras es punzante, pero también de lo más especial en sus melodías. Aquí es donde entran en juego una influencia directa como es Spaceslug.
Con todo esto, la travesía experimental se sirve en bandeja, partiendo de picos como la pesadez de “Hundred Handed Wards”, la base prácticamente apocalíptica que tiene el cierre “Boros”, dándole un gran significado compositivo a Qilin, o los enormes riffs de “Lethean Dreams”.
El conjunto deja una ecuación sumamente envolvente que mete en una turbina de propulsión al propio oyente. La grandeza del rock pesado instrumental, tiene aquí una de las mejores definiciones del 2024, y las mismas impresiones al final acaban definiéndose en sentimientos.
Qilin consigue construir esas atmosferas empapándonos de riffs ancestrales desde su estado más melancólico, hasta las partes más visionarias. Todo se transmite bajo una gravedad pesada que dejan 40 minutos de lo más interesantes para la revelación de este proyecto. Una inmersión cargada de contrastes para darle sentido a una música sin voces que dirigir, pero por muchos caminos que peregrinar. Tal como indica su título, este insomnio francés no está dormido pero tampoco está del todo despierto, y en base a esa línea imaginaria entre los sueños y la realidad, los franceses facturan uno de las utopías instrumentales del año.
Su cuarta plaza como novedad en los Doom Charts del mes de Enero, dan credibilidad a este lanzamiento.
