Santo Rostro – «The Healer» (2017)
Sludge / Doom Metal
(Discos Macarras, Nooirax Producciones, La Choza De Doe, La Rubia Producciones, Música Híbrida, Aladeriva Records, The Braves Records)
El asalto al 2017 de unas moles como Santo Rostro se llama “The Healer”, un ogro surgido de las cavernas de Jaén que precisamente durante el día de hoy sale a la calle a través de los sellos Discos Macarras, Nooirax Producciones, La Rubia Producciones, La Choza De Doe, Aladeriva Records, Música Híbrida y The Braves Records.
En una edición en precioso vinilo blando ilustrada por el arte de Pan Grier en referencia a “Las Tentaciones De San Antonio” del mismo Antonio Ramírez, los músicos echan un vistazo a toda su discografía en este tercer LP que si se editará en su versión analógica con respecto a un predecesor álbum que aún componía la formación de cuarteto.
Prácticamente durante todo el 2016, “La Habitación 235” fue partícipe de su salvaje directo en las últimas ediciones de La Choza Fest (crónica aquí) y Madrid Stoner Festival (crónica aquí). Temas pertenecientes a este nuevo trabajo como “Cut My Hand” ya asomaban la cabeza del nuevo monstruo que traían estos músicos, ahora asentados en la formación de power trío.
Este tercer trabajo es pura dinamita, un disco que en sus 5 actos recoge las tempestades cosechadas en su preciado debut (reseña aquí), sin olvidar el lóbrego laberinto que mostraba el oscuro “II: The Bleed” (reseña aquí). Sumando ambas piezas, dan como resultado, “The Healer”, su versión más aterradora hasta la fecha y dónde más claramente dejan ver sus influencias.
No es ninguna sorpresa a la hora de hablar con cualquiera de sus componentes mencionar bandas como High On Fire, Saint Vitus, Mastodon, Black Sabbath y un puñado de formaciones del palo que Santo Rostro, a su manera, les rinde homenaje con honores.
Siempre me haré la pregunta de si estos tipos fueran californianos y llevarán desde principios del milenio en esta escena, ¿estaríamos hablando de un pináculo de su estirpe?, es muy probable que sí. Santo Rostro es capaz de hacerte volar la cabeza bajo rodillos como su inicial “One Small Victory”, como si Matt Pike hiciera crujir las guitarras de Mastodon y recogieran ese mural sónico totalmente amplificado a un ritmo de vértigo, recordando al cierre de su anterior álbum. Y es que hay muchas similitudes con ese segundo álbum, partiendo de la base de que lleva el mismo patrón a la hora de alternar piezas más lentas y más rápidas. Con una pequeña diferencia en el número de canciones como en la extensión de las mismas, dónde son capaces de sacar ese martillo doom que llevan en su alma, véase el caso de “Cut My Hand” a extasiarte con improvisaciones, tirando a jam’s, en su cierre “Hylonome”.
Hablemos de la canción que lleva el nombre del disco, de un inicio clásico, casi como si te llevarán a la psicodelia setentera pero con un manto Sabbath totalmente místico. El misterio de este tema poco a poco va cogiendo su fuerza hasta asestarte el mazo con ese doom/stoner en la vena de Sleep, Inter Arma o Spelljammer. Como voces que perpetúan su eco en el espacio sideral mientras flotas a ninguna parte entre el infinito universal, las ondas sónicas que propagan Santo Rostro, hacen de este ejercicio una verdadera bola de demolición que literalmente te aplasta, y vuelve con una segunda vuelta a saciarse con los trozos restantes.
No nos olvidamos de la madre de todas las batallas, “Born Again”, un título que se convertirá en incondicional en sus próximos directos. Una bestialidad de proporciones épicas, dónde los músicos pierden el juicio y nos entregan atrocidades musicales ante un infernal ritmo a la batería, sonido más profesional que nunca dicho por el propio Alejandro, y la fuerza correosa a los mástiles de Miguel (guitarra) y Antonio (bajo). Si este tema no sacia la espera que has tenido estos años por escuchar nuevo material de Santo Rostro, entonces lo tuyo claramente son las poesías.
“The Healer” es un infernal trabajo, el golpe más brusco que surge como un tornado de fuerza 5 desde la caldera de Jaén por parte de estos Santo Rostro en sus años de existencia. No veo mejor forma de esparcir la rabia y mala suerte que han tenido estos 3 músicos en su cabalgada, que una declaración de intenciones como puede ser este tercer LP, el disco que repasa toda su carrera y te deja seco como el Agosto que se vive en Andalucía. Sus canciones más inhumanas hasta la fecha en un álbum que solo se puede resumir en una palabra; sádico.