Spidergawd – “VI” (2021)
Psychedelic / Hard Rock / Progressive
(Stickman Records, Crispin Glover Records)
En base a una excelente discografía del que poca discusión posible puede haber, la sexta entrega de Spidergawd es uno de los platos fuertes para recibir en los últimos compases del año, nuevamente bajo el regazo del sello Stickman Records.
Lanzado a principios de mes y tal y como yo describí en su día, “VI” es el típico disco que viene a estas alturas del año, metido en esa vorágine de artículos dónde destacar la mejor de la presente cosecha, listo para sabotear todo el arduo trabajo de un servidor en los últimos días. Bendito problema…
Algunas caras nuevas y esperados regresos se postulan en el sexto registro de los noruegos que vienen en su nuevo “VI”, reafirmándose en su propuesta musical, con energías renovadas, y una alineación apuntalada.
De hecho, la cara nueva sería para el nuevo guitarra Brynjar Takle Ohr, y el regreso en este caso viene para el viejo saxofonista de Spidergawd, Rolf Martin Snustad, regresando al combo tras su salida el pasado año 2019.
Listos para su nueva oferta, y con el único propósito de hacer volar nuestra imaginación, un sinfín de melodías muy acordes con el firmamento ochentero y finales de los 70, pero con la definición que pocas bandas como Spidergawd pueden llevar en su alcance, son los principales condicionantes para rendirnos ante el nuevo manifiesto de esta banda que no deja de tener ex-miembros de Motorpsycho entre sus filas.
Con ese virtuosísimo que a ellos les precede, Spidergawd no deja de lugar a dudas pero está claro que ningún álbum es perfecto y en el nuevo “VI” podemos contar sus idas y venidas. Desde este punto, el disco tiene un comienzo y un desenlace potente, sumamente prometedor pero también se puede hacer algo tedioso en su tramo medio dónde pierde algo de fuerza. La contribución en la vuelta de Rolf Martin es otro de los claros puntos negativos. Ausente prácticamente en todo el trabajo, el saxo siempre ha sido un elemento indispensable en las matemáticas de Spidergawd, su combinación con esos torbellinos pasajes psicodélicos, solo deja paso a una de las pegadas más prominentes del norte europeo en su estilo. Puro hard rock sin vaciles, ni rodeos, pero también esos miramientos con las cepas alternativas y las progresivas, solo relucen el escaparate de los noruegos.
Con pistas como el single “Prototype Design”, asistimos a la auténtica naturaleza musical de la banda, una canción muy Spidergawd. También está el caso de “Narcissus Eye”, llevando esa discordancia al mejor trote de sus riffs. Una especie de tímida mirada al cielo de los Maiden, pero siempre con esa fidelidad sonora de la banda. Todo lo que este estilo puede ofrecer y que en este y en 5 casos anteriores, Spidergawd te lo pone en bandeja.
En este caso, la densidad del álbum, a pesar de llevar un homenaje a la prominencia de finales de los 70, las sonoridades de Thin Lizzy en su virtuosismo, o los guiños al NWOBHM, es ese tramo medio el que presenta canciones algo más débiles y es que la gesta de estos tipos algún día tenía que levantar el pie del acelerador. No es el mejor álbum de ellos desde luego, pero sin embargo sigue manteniendo la identidad de una banda que lleva lo mostrado anteriormente por Motorpsycho, al plano más hard rock, pero con todo ese elenco de detalles que sigue resultando de lo más estimulante.
