Tentacle Wizard – «Bringer Of False Light» (2018)
Con unas resonancias propias a titanes del sonido pesado que engendraron los maravillosos 90 y que a su vez, sirvieron para ser los principales fundamentos del género, está claro que el debut de estos serbios que se hacen llamar Tentacle Wizard, asoma la cabeza a discos como “Holy Mountain” o “Dopesmoker”.
Desde su ejecución hasta su brutalidad, pasando por su larga duración en las composiciones. Si tu intención no es otra que coger este martes, encerrarte en tu habitación y subir el volumen hasta que agrietes las paredes, “Bringer Of False Light” es tu mejor elección.
Lo primero es esa sensación asfixiante que tenían los pioneros Sleep y que hace algunos años, pudimos observar desde nuestra deriva espacial, en algo parecido con aquel “Ancient Of Days” (reseña aquí) de Spelljammer, y su espectacular regreso.
Así es, escuchar cualquiera de las 3 largas piezas que cabalgan en este “Bringer Of False Light” puede dar esa capa de aire congelado, irrespirable. Todo es opresivo en este notable arranque, los serbios habitan por largas estructuras, no sin antes darse un buen festín de solos y excentricidades a la guitarra como es el caso de su inicial “Tentacle Wizard”. Todas las texturas posibles en lo que equivale a fuerza bruta y contención provistas en la banda, se sujetan a este espectacular primer chute para paladares exigentes.
Los otros dos temas en cuestión es dónde Tentacle Wizard ahonda sobre manera para darnos esos momentos más psicodélicos, véase en la segunda parte de la canción que lleva el nombre del álbum, con esa oscilación que sube, baja y vuelve a subir, o ese infierno de 25 minutos y medios, con momentos tan atmosféricos, como los guiños al sludge marca Neurosis que supone “Death Of A Silent Star”.
Murallas de distorsión reducidas en palpitaciones inexorables para los amantes del género, Tentacle Wizard se bautiza en la escena del sonido pesado con un ogro de proporciones catastróficas. Un guiño al recóndito universo de Sleep con tonalidades de todos los gustos para dar color a éste oscuro cenagal. No es un arranque sobresaliente pero tampoco dejar de ser curioso para unos músicos que se inician en este nuevo proyecto que reclama una continuación igual de férrea pero con algo más de madurez. El camino elegido es el correcto, ahora solo hay que verles prosperar.