Vokonis – “The Sunken Djinn” (2017)
Muchas veces hemos hecho mención a la larga escuela que han creado muchas formaciones dentro del denominado sonido de Georgia, siendo más concreto, ese sludge progresivo que formaciones como Mastodon, Baroness, Torche o Kylesa, han elevado hasta los altares del género dentro del nuevo milenio.
Siguiendo los pasos de algunas de ellas, bandas del resto del globo han continuado llevando la particular metamorfosis de este género en concreto, pero hoy nos llega una desde las tierras escandinavas que, como de costumbre suele hacerse por el norte de Europa, cae como un mazo destructivo sobre nuestras cabezas.
Después de un notable arranque como el que tuvieron en 2016 con “Olde One Ascending”, Vokonis regresa un año después, bajo la distribución de Ripple Music y su segundo irrupción llamado “The Sunken Djinn”, una extensión de su debut mucho más sobria, llevando ese batallón de gruesos y pesados riffs, secciones rítmicas aplastantes y las voz de su frontman Simon que nos traerá el recuerdo de esas guturales marcadas en su tiempo por los Baizley, Steve Brooks o Phillip Cope, y es que, sobre todo en este último, es dónde crecen las similitudes.
Evidentemente la turbación de las mencionadas bandas a descargar un fuerte galope con composiciones de mayor brío, aquí se desplaza algo más lento y sobre todo arrollador. Lo que está claro es que los suecos, y sobre todo con este nuevo álbum, consiguen el equilibrio perfecto y así lo plasman en piezas como “Blood Vortex”, manifestando que su álbum debut tenía margen de mejora y desarrollan una mayor evolución a través de una muralla amplificada de decibelios que tienen la obligación de escucharse altos para disfrutar aún mejor de la pegada de Vokonis.
En la primera escucha es posible que a muchos les pueda resultar monótono en algunos momentos del disco, quizás este sea el único punto negativo del disco, pero también es verdad que es muy difícil que un disco entre por el aro a la primera y digamos que todos esos que ganan con las escuchas, son los que se acaban convirtiendo en nuestros más predilectos.
La atmosfera que recoge “The Sunken Djinn”, es bastante caliente, con mucho aire de misterio y de esto se encarga mucho “Rapturous”, de ejecutarlo en esa manera. Al contrario de esta, “Calling From The Core” ofrece el otro lado de la moneda, una descarga mucho más masiva convierte en Vokonis en titanes de su vasto imperio. Por no hablar de esa canción que lleva el nombre del disco y que también como el 80% de sus canciones, guarda su marca dentro de la franja de 6 minutos de duración. Con este detalle, Vokonis inicia su novedoso ejercicio de este 2017 destacando con la primera de las acometidas la excepcional labor de Simon Ohlsson y ese dueto vocal con Johansson, flamante último fichaje de Vokonis. Considerable crecimiento en “The Coldest Night”, una de esas canciones que apostan a los músicos en las frías noches invernales de su natal Boras. Aquí el power trío sale de caza furtiva durante el crepúsculo de una manera más machacona en sus composiciones y un solo en la segunda mitad de canción que los hace mayúsculos.
Todo parece indicar que “The Sunken Djinn” con esa producción apropiada y ese azote que contiene en su interior, forjado con la mayor de las crueldades, debería ser el que emplace a Vokonis al grupo de los más fuertes del sector en el viejo continente, y esto dice mucho de una banda que no llega a los dos años de existencia, pero como suecos que son, también son los primeros de la clase, como en muchas ocasiones nos ha demostrado la inmensa prole de garantías que se confina en el norte de Europa. Sin direccionarlo a estilos en concreto, este disco va para los catadores de descomunales riffs, todo un macizo de ideales esculpidos a lo grande en una temprana segunda obra, como si de unos veteranos se tratase.