Weedsnake – «Cannabinoide» (2019)
Stoner / Doom Metal
Volvemos nuevamente en este inicio de semana a sucumbir al encantador escaparate del underground azteca con unos viejos conocidos de esta casa, uno de los abanderados en las estrictas leyes del sonido pesado en la amiga México y esta tercera entrega suya lanzada recientemente bajo el nombre apropiado de “Cannabinoide”.
La continuación de su último “Reburn” (reseña aquí) está disponible para embestir nuevamente el sonido más característico del fiero stoner/doom de malevolencia inframunda, propagado por este cuarteto de Ciudad de México.
Weedsnake son unos indeseables propios de ser dueño de tus peores pesadillas, los 6 actos de extrema crudeza presentados en su último testamento, son toda una declaración de intenciones por parte de una banda, que siga al alza llevando su evolución sonora hacía los muelles de las mejores idas cerebrales, imaginaciones surrealistas provocadas por el largo consumo del buen verde, dónde ven en estos 4 músicos como toda la inspiración necesaria a la hora de procrear todas sus influencias bajo un mismo firmamento musical.
Con las primeras premisas de este esperado lanzamiento para un servidor lanzadas hace algunas semanas, eran muchas las ganas de catar lo nuevo de Weedsnake. Su último trabajo había dejado un buen sabor de boca con ese refrito de riffs ancestrales, bajo la jerarquía de esas voces guturales impuestas por Alex, como frontman de estos Weedsnake.
“Cannabinoide” es más corto en número de canciones pero no así en ambición si entramos en comparativa con su hasta ahora última entrega. Las pistas largas aquí toman y reclaman mucha más presencia, haciéndonos adentrar en esa turbio cenagal humeante, dónde esa pesada psicodelia instrumental se apodera en cortes como “Humo En El Aire”. Los mexicanos alargan su pesado eco de resonancias masivas, entrando en un bucle repetitivo más propio a la sinfonía del próximo apocalipsis. El inicio del álbum con “Homocannabilis” es redondo, muestra una versión de futuro en estos Weedsnake, portadores de riffs memorables en el caso, entrando nuevamente en esos repetitivos actos como mejor aclimatación para el martillazo definitivo. Weedsnake comanda este ejército de las tinieblas a través de un claro amor por el género y arrodillándonos ante ellos, cuando te pasan por encima sin piedad alguna, al más puro estilo Conan con “Dulce Néctar”.
Brillantes hasta en los títulos de las canciones, haciéndonos entrar en su maquiavélico juego del que nunca podrás escapar. Weedsnake es el titiritero enviado por Lucifer para adueñarse de tu alma, el hipnotismo de su juego de guitarras, dentro de ese amplio arsenal registrado, lleva uno de los puntos culminantes en “Hierba De Bruja”, un corte muy asemejado con el stoner rock actual, una clara definición norteamericana y una firma final fulminante si ponemos el volumen de su amplificación al nivel de los Weedsnake más conocidos.
La parte final del disco recoge sendos actos destructivos con la afilada “Drogadicto” o esas reminiscencias al territorio NOLA reclamada en “En Busca Del Cualquier”. Otra de esas pistas, que más allá de cerrar un disco a lo grande como colofón final, vuelve a ofrecernos una versión próxima del futuro a corto plazo de los mexicanos, inmersos en sus extensas exploraciones musicales, dónde sus influencias son la base y su inspiración el viento con aires de vanguardismo, su alargada sombra de compañía.
Desde mi punto de vista, Weedsnake regresa en un estado de forma inmejorable entregándonos un trabajo para las almas más voraces, dispuestas a disfrutar del riff más recordado. En esto, son únicos los mexicanos, reconocidos al microsegundo a través de sus embestidas, esta embestida en cuestión, su nueva cabalgada infernal, lista para engullirte como uno de los discos más estimulantes de este curso dentro de su categoría.
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