Satan’s Satyrs – «Don’t Deliver Us» (2015)
Heavy Metal / Punk / Doom Metal
Cuando hablamos de punk rock, hablamos de riffs veloces y beats secos y detonantes que hacen que todo el cuarto vibre y se destruya, pero cuando hablamos de doom metal, hablamos del algo lento, melancólico, distorsionado, sucio, oscuro, denso y pesado. Satan’s Satyrs junta los dos géneros para darle cabida a algo que es frenéticamente increíble, salieron a la luz con “Wild Beyond Belief”, álbum el cuál acaparó la atención de toda la escena underground teniendo en sus composiciones canciones que simplemente parecen bombas bajadas del cielo. Su siguiente álbum fue “Die Screaming”, álbum de transición de sonido en el cual ya los podíamos escuchar más maduros y con un sonido diferente, eso sí, sin dejar su alma más macarra de lado. El 31 de octubre lanzaron al mercado “Don’t Deliver Us”, incorporando en sus sonido, tonos más garage y solos más blues, riffs más tirados a la vieja escuela del punk y del hard rock.
El disco inicia con “Full Moon And Empty Veins”, en la que no solo las guitarras, el bajo y la batería son protagonistas, también lo es el órgano, instrumento que brinda un onda muy 70’s a la canción. Es inevitable sacudir la cabeza y no alborotarse con estos muchachos y de eso no cabe duda cuando llega “Two Hands”, punk seco, veloz, y ellos le dan el toque armonioso que conlleva a la destrucción total de algunas cosas que tal vez tengamos en el cuarto. “(Won´t You Be My) Gravedancer”, en los 80’s nació el dance punk, género que seguía la lineal musical del punk, pero que por algún motivo hacia bailar a las masas, eso escucho en esta canción, un riff muy disfrutable y una voz muy sintetizada, el bajo en esta pieza es aplastante, acapara casi todo los 2 minutos de canción y llena de vibración tus oídos. “Spooky Nuisance” sea tal vez, la canción que más disfrute del álbum, no solo por ese riff elaborado por Jarrett Nettnin, sino también por el cambio de ritmo que sucede a la mitad de canción, muy similar al que alguna vez oímos por parte de Samsara Blues Experiment en “Outside Insight Blues”, un ritmo muy acercado al jazz, pero con un groove único del blues. Un doble tiempo por parte de la batería que es casi un orgasmo para nuestros oídos, una línea del bajo que llevan a uno al éxtasis y unos solos de guitarra que son simplemente deliciosos. “Germanium Bomb” cae sobre nosotros y nos contamina de ese sonido sucio y descontrolado que Satan’s Satyrs sabe hacer muy bien. “Crimes and Blood” tiene en su generatriz algo a lo que yo llamo, sonido sureño, como si fuera hecho desde del campo, libre, con un sonido peculiar cultivado por los maestros del blues.
Satan’s Satyrs está de gira por Europa, al lado de titanes como Kadavar, The Shrine y Horisont, todos bajo un nuevo álbum, todos bajo la escuela de los 70’s y todos bajo el amor del verdadero hard rock, van a tocar en Madrid y Barcelona el 20 y 21 de Noviembre respectivamente.
Para la última parte del álbum llega en forma de tren “Creepy Teens”, digo en forma de tren porque se va acercando hacia nosotros de forma desenfrenada y alocada, “You Know Who” fue el segundo premier que sacaron ellos a la luz el mismo día del estreno del álbum, canción en la que destaca la armonía de las voces, melodías que nos cautiva durante todo el disco y que sin duda es un punto fuerte en la banda. Cerrando el álbum esta “Round The Bend”, oscilante, lento, sucio, pegajoso, lodoso y más adjetivos de crueldad que podemos adherirle o acuñarle a la canción, ocho minutos de sonidos majestuosos, resonancias que suenan como un rugido y que nos cubre con una manta ocultista, que nos introduce en el infierno, quemándonos y haciéndonos gritar a toda voz, sonido que se va transformando en una especie de improvisación, haciéndonos memoria de bandas como Blue Cheer, The Stooges, Cream y otras bandas más que siempre quedaran en nuestra memoria.
“Don’t Deliver Us” es sin duda uno de los álbumes con mejor sonido del 2015, no solo por ese amor por lo lejano que nos queda los 70’s sino también por esa frescura de estos tres muchachos que al momento de componer, disponen todo de ellos para brindarnos el mejor sonido posible.