Sonidos Del Ayer; Dead Meadow – “Howls From The Hills” (2001)
Heavy Psych / Blues
(Tolotta Records)
A estas alturas es innegable mi conexión con una banda como Dead Meadow y cuando me disponía desde la semana pasada (que no pude realizar la publicación), echar una ronda por las edades tempranas y más ácidas de estos Dead Meadow, su señal en forma de nuevo álbum para 2025 asoma por el retrovisor.
Alguien me dijo una vez; “Rubén, las cosas pasan por algo…” Es cierto, eso y que las casualidades siempre están ahí para sorprenderte. El reciente fichaje por Heavy Psych Sounds de este icono del heavy psych del nuevo milenio, pionero si lo formamos parte del movimiento a partir de dicha fecha, será uno de los discos esperados del próximo curso. Así lo confirmó el propio sello romano en las últimas horas, solo que yo prefiero dar este spoiler a través de la reseña de “Howls From The Hills”, segundo tomo de su discografía, y reservarme para publicar con todo lujo de detalles cuando tengamos algo sólido que llevarnos a nuestros pabellones auditivos.
Este álbum era el que me quedaba para cerrar la que yo considero esa pentalogía brillante e inicial del combo de la capital norteamericana que en los últimos meses sufrió el duro revés con la pérdida de su bajista Steve Kille.
Pocas bandas pueden llevar el ácido a una fase tan catatónica como lo hace Dead Meadow, formación en clásica alineación de power trío que allá por el 2001 fabricó otra de las gemas a una discografía inicial prácticamente sin tapujos.
Es posible que “Howls From The Hills” pueda ser uno de sus discos más infravalorados y experimentales, pero también es el mismo que abre la puerta a su culminación discográfica con las salidas de “Shivering King And Others” (reseña aquí), mi favorito, y el posterior “Feathers” (reseña aquí).
El segundo trabajo de Dead Meadow aplica un mayor letargo a sus composiciones y poder disfrutar de pistas como “Everything’s Goin’ On”, la cuál un par de años después reduciría sus marchas y formalizaría esa lenta psicodelia blues más característica de la banda, en esa inundación de reverberaciones que es su mencionada tercera obra.
Son muchas las veces en la que bandas como Las Historias, desde Argentina, se le ha visto una influencia directa a los norteamericanos, y cortes como su “Frankenstein” tuvo sus ideas originales en esa mantra llamada “One And Old” en sus primeros minutos. En este caso, los capitalinos norteamericanos se mantienen deambulando a través de formas sobrenaturales en esta entrega. También es verdad que en este álbum es el que precisamente considero mayor la labor del difunto Steve Kille, así que valga como homenaje desde nuestro umbral psicodélico.
La fusión de Dead Meadow lleva esas tonalidades cargadas de fuzz a fundirnos en el bálsamo que es “Drifting Down Streams” como magnífica apertura. Lo mejor es el paso del tiempo que ha tenido este álbum, que incluso sin estar entre los más predilectos de su carrera se puede disfrutar del swing de “Jusiamere Farm”, hasta aterrizar en proverbios del heavy psych más caleidoscópico con “The White Worm”.
El enfoque propio de Dead Meadow les lleva a uno de los discos de mayor autenticidad para su sonido. Con la banda en edades tempranas, y más allá de la irrupción que supuso su homónimo estreno justamente un año atrás, Jason Simon y los suyos marcaban un nuevo precedente a su carrera confirmándolos como uno de los máximos potenciadores del heavy psych de este milenio que recién empezaban con “Howls From The Hills”.
Una estupenda banda sonora para dar entrada a un viernes lluvioso, original y sumamente esperado aquí en Tenerife.
Buen fin de semana camaradas…