Sonidos Del Ayer: Dozer – «Beyond Colossal» (2008)
Stoner Rock
(Small Stone Records)
Casi una década ha pasado ya desde las últimas hazañas registradas por una banda como Dozer, a la que son muchos los que la consideran como la encargada de recoger el testigo al largo legado dejado por Kyuss a finales de los 90, desde el otro lado del Atlántico.
Su discografía habla por sí sola, 5 discos como 5 soles respaldan una carrera impune, digna del seguidor del mejor y más primitivo stoner rock, impregnado en su época explosiva dentro de esa última década del siglo XX. La diferencia es que los suecos llegaron tan solo unos años después con unos apuntes bien orientados, y tal fue su evolución que recalcó en todo y cada uno de sus discos como para coronarlos a una de las bandas más esenciales del género, si tu intención no es otra que familiarizarte dentro del estilo.
Casi que podíamos decir que Greenleaf se ha encargado de hacer que la ausencia de Dozer pase un poco desapercibida, pero el fan más acérrimo de esta banda sabe de sobra cuanto se echa en falta su vuelta a los estudios.
Formados a mitad de la década de los 90, su debut, “In The Tail Of A Comet” (reseña aquí), fue el detonante que marcaría la herencia de uno de los puntos culminantes dentro del nuevo milenio para el sonido arenoso en el viejo continente. Sí, todo un referente para los jóvenes bandas de hoy en día y comandado por ex-componentes de los Greenleaf más primitivos. Podemos decir que Dozer en el punto de partida para el stoner sueco y su último trabajo hasta la fecha, llega hoy como invitado estrella a nuestros “Sonidos Del Ayer”.
“Beyond Colossal” fue su quinto y último álbum de estudio, en medio de un rebumbio de multitud de split’s con referentes como Unida, Los Natas o Demon Cleaner. En la primavera de 2008 a través de Small Stone Records, llegaría el quinto de los hijos de Dozer, como una recopilación de los mejores momentos hasta la fecha por la banda de Borlänge, los escandinavos llevan su notable evolución hasta su punto más culminante a través de un disco que puede ser tan profundo como determinante, tan asolador en sus riffs, como memorable en sus muchos momentos. Esto es lo que hacía grande a una banda como ellos, ningún tema es imprescindible en su discografía. Portadores de mágicas y adictivas composiciones, podemos dejar de lado el fulminante inicio de este trabajo para irnos a temas de sección intermedia como “Message Through The Horses”. Intenso, sin apenas voces, pero con unos Dozer desenfrenados, dispuestos a arrasar con todo hasta conducirte al onirismo más célebre de los afamados riffs de “The Throne” o el fúnebre y épico cierre con “Bound For Greatness” como el mejor y último recuerdo que tenemos de una banda que con todos los sentidos, echamos profundamente de menos su vuelta.
Dozer eran únicos en su especie, desde sus mágicas coyunturas, sus atmosféricas ambientaciones, hasta su plaga de penetrantes riffs. Todo esto es “Beyond Colossal”, la más completa de sus obras, y para ahondar en sus momentos más apasionados ahí quedan las iniciales “The Flood” o “Empire’s End”. Aquí es donde entra en juego el último de sus fichajes por aquellos tiempos, el batería Olle “Bull” Marthans, como bien expresa su ápodo, un toro sobre los parches que hacía de la rítmica de Dozer una auténtica cabalgada. También es verdad que Tommi Holappa, con el que tuvimos una charla en su tiempo (entrevista aquí), aquí tiene un respaldo a la rítmica como es el propio frontman Fredrik Nordin, incrementando el poder de las guitarras en Dozer, a diferencia de Greenleaf, dónde se encarga el solo de todas las funciones como único guitarrista.
Una de mis favoritas sin duda es “Exoskeleton, Part II”, la segunda de las partes que salía después del tema original de 10 minutos lanzado un año antes. Más reciclado y acortado en su composición, Dozer sienta las bases a través de un estribillo mucho más complejo, gozando de excelentes cambios de tiempo. “Two Coins For Eyes” se encarga de llenar la barra de melancolía de “Beyond Colossal” con un alto octanaje instrumental, digno de volarte la sesera. Cierro este destripe sin olvidarme de “The Ventriloquist”, la unión entre lo más pesado que podía ofrecer la banda con su vertiente más melódica. Básicamente el plato principal de estos Dozer y por los que el paso del tiempo les ha hecho grandes como muy pocos.
Dozer patenta bien los principios de Kyuss y Sleep en los 90 y los lleva hasta su propio campo de operaciones pero evidentemente, este “Beyond Colossal” refleja el punto de vista más álgido en cuanto a madurez de la banda, alejándose del stoner más estándar de sus primeras obras y construyendo multitud de capas sobre los cimientos establecidos en años anteriores hacía nuevos territorios como la mejor de las experimentaciones, encajando dentro de la operística fábula que nos cuenta Dozer en la última de sus aventuras. Colosalmente, estamos ante uno de los grandes hitos del stoner más desarrollado del siglo XXI.