Sonidos Del Ayer; Dozer – “Call It Conspiracy” (2003)
Stoner / Desert Rock
(Molten Universe)
La sombra de Dozer vuelve nuevamente a sobrevolar las fauces de “La Habitación 235”, tal y como lo hemos hecho en entregas anteriores con “In The Tail Of A Comet” (reseña aquí), “Madre De Dios” (reseña aquí) o su último “Beyond Colossal” (reseña aquí). Hoy traemos la última entrega que cerraría su gran trilogía original, “Call It Conspiracy”.
Varias cosas antes de abrirme a otra de esas joyas desérticas, destacadas de una primera década del siglo XXI dónde los suecos dieron todo un monólogo con sus 5 lanzamientos de estudios. Yo incluso me he aventurado a decir que para mí, Dozer fueron los que recogieron el testigo de Kyuss aquí en Europa a principios de milenio, pero es verdad que este “Call It Conspiracy” también es el menos fangoso de ellos, y a pesar de seguir conteniendo alguno de sus cañonazos más sonados, digamos que tiene un sonido tímidamente algo más comercial.
Independientemente a todo esto, Dozer son maestros de unas ejecuciones formidables y unas composiciones dignas de levantarte del asiento o disfrutar de aquellos directos que dieron la vuelta al mundo cuando estaban en la cresta de la ola. Es verdad, la última reedición de Heavy Psych Sounds (ver aquí) en base a sus 3 primeras obras es posiblemente el detonante de decidir que hoy en día, “Call It Conspiracy” este aquí, en nuestros “Sonidos Del Ayer”. Un disco que por su título es apropiado y totalmente indicado en los días por los que corremos, toda una conspiración gobernada por las ansias y el egoísmo omnipresente de los supuestos líderes de este planeta con ganas de ver quién la tiene más grande, hablando claro. Lo mismo puede pasar hoy en día con el COVID-19 y esa supuesta vacuna que espera un planeta en declive, lleno de muchos impresentables que se pasan por el forro todo tipo de normas y con tanta culpa como la política devoradora de dinero y poder. Todos y cada uno de ellos, acabando por consumir el poco oxígeno que nos queda, pagando justos por pecadores. No sé… llámalo conspiración.
Lo que está claro que aquí no voy a hablar de política ni a contar cosas que los informativos nos devuelven al hábitat pesimista de a diario, ya que como bien dicen los más enfermos de mente; “no hay mejor noticia, que una mala noticia”. Este es un webzine musical, y a veces la música es el salvoconducto que nos lleva a desconectar de la humillante y triste realidad. En mi caso, el 85% de las veces.
Bueno, dejando este pequeño monólogo improvisado en base al título del álbum con el que cerramos la semana, ¿qué podemos decir de estos tipos que no se sepan ya? ¿cuándo será el día que anuncien su vuelta? Los deseos de muchos entre los que me incluyo están ahí, y cuando uno se ha merendado toda su discografía y siente especial predilección por esta banda, te puedes imaginar cualquier cosa.
Lanzado el 16 de Septiembre de 2003 por primera y única vez bajo el alero de Molten Universe, Dozer formó su propio cráter en aquel año con el notable “Call It Conspiracy”, posiblemente el disco más eléctrico de ese sagrada pentalogía que conforma su carrera. Toda una galopada que les hizo unirse a grandes nombres sobre los escenarios, participar en muchos cortos con diversas bandas del gremio stoner y rodearse de los mejores sellos de por aquel entonces para el género arenoso; Man’s Ruin Records, Meteorcity Records, Small Stone Records, Fuzzorama Records…
Ante todo, “Call It Conspiracy” compacta bien toda esa masa stoner de Dozer con un inicio rompedor con dos de sus temas estrellas “The Hills Have Eyes” y el single “Rising”. En este caso, Dozer deja un poco esos tiempos medios precedidos en sus dos entregas anteriores, más fangosas, para elevar el ritmo con un heavy rock de más marca, pero sobre todo, más implacable. Las siempre composiciones pegadizas de la banda, orquestadas siempre por los riffs de Nordin y Holappa, nos dan esa explosión totalmente efectiva, dónde la rabia de la segunda se enfrenta con las reverberaciones de la pista inicial, como claro homenaje a la clásica cinta de Wes Craven. Bajo esa misma fórmula de punk intimidatorio, se encuentra “The Exit” o la mística de “Spirit Fury Fire”, hasta llegar a ese tramo medio de álbum dónde se esconde una trilogía de canciones que alargan la grandeza de este disco.
Primeramente, “A Matter Of Time” te transporta a unos Kyuss algo más refinados, pero con ideas propias. “Way To Redemption” es una de mis favoritas de la banda, y posiblemente una de las pistas dónde se destaca al bajista Johan Rockner, inmenso en esta canción destilada por las melodías y el fuerte empuje de unos Dozer formados como el mejor bulldozer. También hay que destacar otro de los momentos más recordados del tercer LP con “Man Made Mountain”. Un título que habla por sí solo, otra de las piezas culmen de los escandinavos empapada de las melodías más épicas de la banda y ese teclado de acompañamiento, acorde con la heroica de los de Borlange.
Dicho esto, la parte final de “Call It Conspiracy” también esconde algunos ganchos como “Black Ligh Revolution” y un riff inicial que parece llevarnos a una antesala del “Dopesmoker” de Sleep. Por otro lado, “Lightning Stalker” es otra de las favoritas de Dozer con un ADN de los más noventero que por muchos momentos, puede tirar a las idas más originales del tristemente desaparecido Chris Cornell y sus Soundgarden.
Diecisiete años después, rememoramos una de las gemas de los suecos Dozer, firmando una de las carreras más intachables del desert rock europeo y mundial. Desde mi punto de vista, y examinada la descarga stoner más primitiva despojada en sus dos primeras obras, esta pequeña conspiración, tal y como indica su título, llevaría cierta experimentación en las entrañas de Dozer a ver hasta dónde podían llegar con las nuevas ecuaciones propuestas frente a sus miradas. Evidentemente, el experimento les salió pero que muy bien, y sin duda indicaría el camino inicial a los posteriores “Through The Eyes Of Heathens” y su cierre con “Beyond Colossal”. Años y años después, seguimos disfrutando de su mágica sinfónica del desierto, como si no hubiera un mañana…