Sonidos Del Ayer: High On Fire – «Snakes For The Divine» (2010)
Sludge Metal
(E1 Music)
Empiezo este artículo con una pregunta sencilla, ¿puede haber una banda con más garantía que High On Fire? La simple noticia de que estos norteamericanos anuncien nuevo álbum ya es un inciso para saber que lo próximo en venir será otra nueva sesión de trituradores riffs para uno de los power trío más en forma hasta la fecha.
¿Y si hablamos de Matt Pike? A muchos le puede gustar con grelos cuando te arrollaba en sus tiempos de Sleep, marcando el mágico riff de “Dragonaut” por ejemplo, o crear esta pedazo de banda en 1998 totalmente diferente a lo conseguido hasta la fecha. Pero que no deja de ser un tío de recursos capaz de sorprenderte con su mejor destreza a las cuerdas.
High On Fire, cerca de cumplir las 2 décadas de andadura musical, con 7 grandes discos a sus espaldas, tan buenos unos como otros. No hay “peros” para esta banda, ni tampoco discos irregulares, es que ni siquiera hay uno que saque de la boca ese “meh”, no. High On Fire es una de esas bandas que hoy en día puede gritar con fuerza que es uno de los depredadores más grandes que conoce la escena del metal.
Me levanto un día por la mañana pensando en que disco puedo traer a nuestra nostálgica sección “Sonidos Del Ayer” y claro aquí es donde entra el dilema porque de todo lo cocido por estos músicos podrías a hacer un larga ruta por toda su historia musical y hacer un extenso artículo con todo el merecimiento para ellos pero dentro de tanta belleza salvaje, de tanto magnetismo, si hablamos de un álbum que rinde culto al señor riff, al primer mandamiento del señor Matt Pike, no digo que sea el mejor o peor, pero sí creo que “Snakes For The Divine” es un gran ejemplo para traer en el día de hoy.
Hablar de músculo es hablar de High On Fire, hablar de corpulencia es mencionar a “Snakes For The Divine”, posiblemente la mejor contribución hasta la fecha de un tío como Des Kensel, batería de la banda y único miembro fundador desde sus orígenes junto con Pike. Al quinto trabajo de estudio de los de Oakland solo se puede calificar con una palabra; rodillo. Desde sus iniciales con la propia canción que lleva el disco junto “Frost Hammer”, High On Fire no solo consigue un inicio sobresaliente, también apostaría mis huevos a hervir en fuego lento si digo que es el mejor inicio de todos los discos de esta banda. La batalla se desata a un ritmo infernal, plagada de riffs por parte de un desollador como Pike y una sección rítmica unida a una mejor producción, simplemente perfecta.
Curiosamente para “Blessed Black Wings” y “Death Is This Communion”, sus dos predecesores, Matt Pike y los suyos trabajaron con los productores Steve Albini y Jack Endino, dos trotamundos legendarios que sacaron el mejor jugo de una banda que empezaba a comerse el mundo. Para “Snakes For The Divine” en el año 2010, la apuesta tras los mandos recayó en Greg Fidelman, quiénes muchos tildaron de mala reputación hacía la banda en este disco quitando ese fangoso sonido en la guitarra de Pike para ofrecerlo de una manera más cristalina. Incluso apostaría a decir que a partir de aquí, High On Fire, es dónde empieza a experimentar consigo mismo y todo lo que pueden sacar de su fondo de armario. Hasta este disco todo era rabia desmesurada, discos magistrales cierto, pero incluso hasta pueden llegar a caer por momentos en la monotonía. “Snakes For The Divine” muestra el impulso de la banda a subir un nuevo escalón sin perder ninguno de sus principios ni lo plasmado hasta ese momento. Pike, Kensel y Jeff Matz, llenos de ambición cierto pero por vez primera, este disco y aunque cueste creer, es el que deja en muchos momentos a Matt Pike en segundo lugar.
Vuelvo a reincidir en la gran labor a los mandos de Fidelman quién hace que hasta ahora secundarios como Matz hagan de las composiciones de High On Fire tomar un sonido pesado a través de otra vía, el bajo. Kensel también recobra más protagonismo, ambos se meriendan una pieza como es “Ghost Neck”, sólida en sus funciones y sobre todo llevando un sonido muy Slayer, ya que el mismo productor un año antes había producido “World Painted Blood”. Esta es la mejor versión de lo que es capaz de hacer High On Fire dentro de una experimentación dónde vuelven a hacer un inciso con la oscuridad propagada en una temible “Bastard Samurai”.
Este es un trabajo para disfrutar de las capacidades que se puede permitir una banda como ellos, desde la extravagancia con cierto aire psicodélico de “How Dark We Pray”, hasta las batallas que se libran en “Fire, Flood & Plague” con el sonido más típico y reconocible de la banda.
“Snakes For The Divine” muestra el lado más carnal de uno de los conjuntos más poderosos hasta la fecha. Un trabajo cargado de épicos himnos dónde algunas de sus canciones más largas te hacen volar como incondicionales clásicos. Prácticamente de un sobresaliente en su ejecución final, este álbum suelta a raudales todo el orgullo de High On Fire llevando esa fuerza física a su lado más implacable. Estrambótico Pike en todas sus funciones a base de robustos riffs, las letras que proyecta y una cantidad de solos para encumbrarlo como el grande que es, pero, sin dejar de lado al resto de su banda que en ningún disco anterior han sonado tan uniformes y tan apretados como en este quinto disco y todo eso se debe a Greg Fidelman y su gran contribución, capaz de meter a los 3 músicos en un puño para forjar la mejor de las murallas.