Sonidos Del Ayer: Kongh – «Counting Heartbeats» (2007)
Sludge / Doom Metal / Progressive
(Trust No One Records)
Reeditamos una de nuestras primeras entradas allá por Abril del año 2012, cuando “La Habitación 235” era conocida únicamente a la hora de la cena en casa. ¿La razón? Pues es bien sencilla, el debut, origen y creación de una de las mayores bestialidades jamás conocidas en el universo doom del nuevo milenio.
Hablar de Kongh, es hablar de palabras mayores para aquellos que se mueven dentro de la muchedumbre del underground. Kongh empieza a gestarse como pequeño embrión por la fusión que llevan desde bandas que descargaban el grindcore más extremo, hasta el cálido blues más exquisito. De aquí salen dos personajes a la palestra; David Johansson (voz, guitarra) y Tomas Salonen (batería), fundadores de este carro de combate dispuesto a perpetrar la brutal hecatombe de un soberbio discazo como fue su primer larga duración; “Counting Heartbeats”, nuestro invitado estrella para los “Sonidos Del Ayer”.
Johansson y Salonen se reúnen en la primavera del 2004 para establecer los principales fundamentos de lo que unos años después se reconocería como Kongh pero faltaba un condimento esencial para que su pócima de destrucción masiva resultará y después de varios cambios, finalmente sería Oskar Ryden, bajista que en la actualidad no forma parte del line up de la banda sueca. Con los tres entusiasmados por la sensación de este proyecto, Kongh ya era una sólida realidad en el año 2005, primer curso juntos dónde trabajarían para componer sus cuatro primeros temas que formarían parte de la demo que sacarían un año después. Dicha demo no tardó mucho en recibir los elogios merecidos, un nuevo amanecer sobresalía sobre las cabezas de esta bestia de tres cabezas, una luz que reconocía el talento innato de tres desolladores dispuestos a comerse el viejo continente y un sello como Trust No One Records que fueron los primeros en echarles el guante para grabar su “Counting Heartbeats”, magistral debut que aplastaría sin escrúpulos a sus adversarios en aquel año 2007.
Su discografía hasta los días del presente se cuentan por tres largos; “Counting Heartbeats”, “Shadows Of The Shapeless” y su último “Sole Creation” (reseña aqui) llegado en el 2013. Aparte de esto hay que contar con dos split con las bandas Ocean Chief y Witchlord. En la actualidad la banda la forman David Johannson, Tomas Salonen y el bajista Olle Hedenström quien únicamente realiza sus funciones en los directos de la banda.
Un disco como “Counting Heartbeats” puede trazar los estilos progresivos de Mastodon u Opeth, las ambientaciones más bárbaras de Neurosis hasta llegar a las profundidades de Enslaved. Exceptuando su pieza final “Zihuatanejo”, las cuatros pistas restantes recogen un sludge/doom down tempo que te devora por dentro. “Pushed Beyond”, se inicia con los limpios riffs de Johansson proporcionando una pequeña ventaja al batería para unos minutos después encontrarte con un destino mucho más serio. Posiblemente sea la canción que más variaciones y dinamismo despierte del álbum y sin duda uno de sus temas más importantes en la larga lista de himnos de Kongh. inmejorable título y mejor inicio, a partir de aquí la matanza se esparce soltando una especie de sentido tribal a todo el disco que se esconde bajo esas oscuras melodías, como un ritual de la naturaleza lleno de gruesas murallas sónicas y un torrente de agonizantes voces que vomitan furia desmesurada. Es a través de esa furia dónde las atmósferas de luz nos invaden, mucho más que en la demo original dónde se recogían pistas presentes en este debut como son “Adapt The Void” o la mencionada “Zihuatanejo”.
La segunda canción trae el nombre del disco, las guturales de Johansson se complementan perfectamente con las secciones más melódicas. Algo que yo destaco de manera notable es al bajista Oskar Ryden quién se convierte en el protagonista principal en ese centro de escenario, que al igual que su predecesora, es el pequeño interludio de reflexión que da paso a los riffs dispares y todo el armamento pesado posterior. ¿Qué Oskar Ryden juega un papel importante en este debut? solo se darán cuenta unos minutos después. “Adapt The Void” arranca nuevamente con la contribución a las cuatro cuerdas del sueco en una de esas pistas dónde la agresión musical sube y baja pero su fuerza más destructiva siempre está presente. “Megaprimatus” esconde los secretos más profundos de Kongh, tenebrosas ambientaciones ponen los pelos como escarpias y siguiendo ese suspense que ya despertaba su precursora para llegar al cierre. “Zihuatanejo” trae los momentos más post metaleros del álbum, pueden tener guiños a Neurosis, Isis, YoB o Cult Of Luna, pero me quedo con un primer acto de vértigo, dónde la batalla más descomunal se cierne sobre estos matarifes en un ritual de riffs y marcas progresivas y un pedazo de batería como Tomas Salonen que se gradúa con honores en un acto de salvajismo total.
¿Qué es Kongh? Si lo primero que se te viene a la cabeza es la figura del gigante simio, tampoco es que estes muy alejado, de hecho eso es lo que es esta criatura iracunda. Una mezcla muy poco sutil del metal progreviso arremete contra el sludge/doom que aporrea los tímpanos del oyente sumiso ante semejante descarga. No esperes velocidad, tampoco canciones cortas, todas sobrepasan los diez minutos incluso llegando a alcanzar los quince minutos. La pesadez, la variación y las estructuras laberínticas son suficientes para mantener la atención de muchos pero al que más llegará es al devoto más hastiado del género, ese que codició la espectacular reedición que trajo el sello Agonia Records en 2013, incluyendo los temas de su demo y camiseta en una edición limitada. Mayúsculo trabajo solo para paladares exigentes.
[bandcamp album=420043486 bgcol=FFFFFF linkcol=4285BB size=large]