Sonidos Del Ayer: Ramon Zarate – «Oyster» (2011)
Stoner / Heavy Rock
El pasado mes de Octubre se cumplieron 2 años desde la disolución de una de las bandas más portentosas que deparó el país belga en el nuevo milenio. Solo hicieron falta dos discos para que los músicos de Ramon Zarate nos fulminarán con un ritual de riffs atronadores que alcanzaron su cima de decibelios en este abrasador “Oyster” que hoy traemos a nuestros “Sonidos Del Ayer”.
“Oyster” es grande en todos los aspectos y un auténtico diamante en bruto si eres un degustador de los sonidos más pesados y la jerarquía del señor riff. Desde el artwork que plasma en su exterior, obra del artista LL Cool Dish, muy en la línea de los lienzos de John Baizley, hasta abrir dicha portada y encontrarte con un infierno instrumental pocas veces engullido de tal manera.
Tan robusto como contagioso, no deja de ser especialmente sabrosa cada escucha de estos 8 cañonazos propagados al unísono. Como poner el pie a fondo a un musculoso Mustang vitaminado del mejor V8 que acelera en esos compases iniciales, en lo que yo defino como los Queens Of The Stone Age más bestias. Esto es lo que ocurre en piezas como “Monkey” o “Burning Bob” que descargan todo su arsenal en la ranura del maravilloso y más pesado stoner rock.
La canción que da el nombre del disco sigue haciendo crecer esa enorme bola de nieve que desciende vertiginosamente sin remisión colina abajo arrasando todo cuanto este a su paso pero llegados a este punto, “Eight Ball” baja el ritmo para ofrecerte el alma más desolladora de Ramon Zarate, dónde el monólogo del señor riff nos da una de las primeras lecciones en la clase magistral que despliega y están repartidos en el redondo, obra por supuesto, de sus guitarras Iván Del Castillo y Salva Giambra.
Este manto de riffs continúa creciendo con asonantes compases como los que marca “Losing Grace” o la ligeramente algo más larga “Cryptic Invaders” que despierta esa aura más terrorífica. La misma que te avisa del grandioso final más ensordecedor, iniciado por “Shiteaters”, título inmejorable para la que se viene encima. Un inicio de suspense al bajo por parte de Julien Bockiau que es quién orquesta esta pieza marcando el norte. Pasado unos minutos, cuando el cielo se hace negro sobre nosotros, estalla la tormenta. Muy parecido a sus compases iniciales con unos músicos desatados, un maltrato continuo a la batería de David Greisch, y “Sun” que acaba como esta matanza auditiva de la forma más abrupta y entregando otra buena exhibición del mejor heavy rock.
Justo un año antes del lanzamiento de este “Oyster”, había llegado su homónimo debut demoledor. Lo que menos esperaban sus seguidores, es encontrarse con algo difícilmente de superar y Ramon Zarate, en tiempo récord, volvió a dejarnos exhaustos, aturdidos de este ciclón instrumental que desplegaban en sus canciones. Razón de más para crear en el potencial de unos músicos que acabaron cayendo en el olvido para muchos, pero nosotros, en este viernes, cerramos la semana en su honor más que merecido.