Sonidos Del Ayer; Sasquatch – “II” (2006)
Stoner / Desert Rock
(Small Stone Records)
Mi favorito de Sasquatch y creo que el de muchos también, irrumpe en este viernes en nuestra nostálgica sección de “Sonidos Del Ayer”, como muchos de ustedes sabrán, uno de esos apartados especiales nuestros dónde hacemos hincapié sobre todo en los discos de mayor calado dentro de lo concurrido en este nuevo milenio.
Cinco años tardaría la formación original de Los Ángeles en fabricar esta gema que sucedía en el 2006 a su homónimo álbum registrado dos años atrás. Supongo que con estos dos discos la banda ganaría un peso importante en esta primera década del siglo XXI, para coronarse como una de las formaciones más influyentes del género arenoso.
“II” fue la confirmación de su debut, es verdad que su siguiente paso es un disco más experimental. Con la llegada “IV” perfeccionarían el lote, siendo el culmen final con más que notable “Maneuvers” (reseña aquí), redondeando una de las discografías esenciales en la búsqueda del oyente por los sonidos más directos del stoner norteamericano.
Al igual que en buena parte de su discografía, los californianos fusionan bien esa mezcolanza de ideas definidas bajo la estirpe de riffs arenosos, y cierta timidez compositiva hacía el grunge de Seattle. Esta es una fórmula mágica que hace de este “II” uno de los coronamientos de Sasquatch. Evidentemente buena parte de la culpa la tiene la entrega vocal de Keith Gibbs a bordo de su mástil de 6 cuerdas, dando todo un ritual de riffs venenosos. El trote de un Clayton Charles, que tendría la salida de la banda a la vuelta de la esquina, marca una velocidad de crucero perfecta en muchos de las rítmicas de “II”.
El disco en sí, desde mi punto de vista claro, obtiene el sonido más grueso jamás visto en la discografía de la banda. No solo es el jugo que le saca Clayton a la batería, la producción es de lo más acertada en un álbum que más allá de llevar esa temeridad por exponer muy de cerca sus influencias más directas, tampoco es que se deje dominar por ellas y sí que suelta a discreción 11 cañonazos auténticos rondando la hora exacta de frenesí stoner.
Historia viva del género, electrizantes en todas sus facetas y con unos Sasquatch en estado de gracia. Pocas veces se puede ver un estado de forma tan bueno como el que procede de la época de “II”. Es verdad que los Gibbs, Ferrante y Clayton se codearon con los grandes de su estirpe en unos primeros años del milenio para el recuerdo. Nebula, Fireball Ministry, Unida… todo esto no hacía más que madurar el sonido de unos Sasquatch que tampoco dejarían de alargar sus raíces en lanzamientos venideros. Y de esto tiene mucha culpa “II”, porque considero a este disco como la base de lo que habían trabajado años atrás y aquí se formaría la génesis que llevaría a unos artistas más curtidos en sus dos próximas entregas. Por este motivo, “Maneuvers” cayo de pie entre el respetable, y sobre todo entre los muchos elogios de la crítica, entre los que nos incluimos, para considerar otra de las gestas dentro de una impronta que cada vez alarga más su sombra como uno de los colosos actuales del rock más pesado de las barras y estrellas.
Con la distribución de un sello como Small Stone Records, como uno de los máximos referentes del mercado internacional para el género, Sasquatch entrega con este “II”, dos cosas en particular; el poder de sus composiciones y su lado más directo, la inmediatez en sí. Con esto como base, el power trío recorre muchos momentos del álbum inclinándose por los lados más melódicos, alcanzando las partes más altas de “II”. No son solo los riffs directos lo que marca la carrera de Sasquatch, es la profundidad hacía lo más recóndito del desierto lo que inspira de grandeza la intensidad de este álbum. La extensa y polvorienta tuna desértica aquí lleva sus ramificaciones subterráneas con ciertos coqueteos al rock’n’roll norteamericano, una pequeña ligereza a los cortos tramos experimentales y una parte final como la que cierra el álbum con “What Have You Done?” como mejor recuerdo para la historia del desert rock. Lo dicho, historia viva…