Sonidos Del Ayer: The Machine – «Solar Corona» (2009)
Stoner Rock / Psychedelic
(Nasoni Records)
En el año 2006, desde el sur de Holanda nació, como su nombre dice, una aplastante máquina de riffs que devoraba la psicodelia e indagaciones al kraut a través de sus extensas jam’s de alucine. Dónde la improvisación reinaba y daba rienda suelta a la creatividad de estos magos de Rotterdam, posiblemente uno de los power trío más en forma del género dentro del viejo continente.
En 10 años que llevan, todo impulso llegó gracias a dos grandes discos que como buena costumbre, seguirían teniendo ese crecimiento musical en trabajos venideros. Ahora ya tienen cinco en los días del presente, si sumamos a su encomiable discografía los últimos “Calmer Than You Are” (reseña aquí) y su último “Offblast!” (reseña aquí).
Siendo un pináculo esencial dentro de las influencias de muchos músicos en la actualidad, es innegable cuales son los mayores exponentes de estos músicos desde que le damos al play a su pista inicial, que casualmente, es la que lleva el nombre del redondo. Los riffs descargados una década atrás desde el desierto californiano de Palm Desert, parecen recobrar conciencia de nuevo. En este caso es como si nos enviarán un obús explosivo que cruzará todo el país norteamericano, atravesará el Atlántico norte y se pose sobre la zona sur de los Países Bajos.
Con toda esa acidez que a ellos les caracteriza, el constante fuzz los mástiles de David Eering (guitarra) y Hans Van Heemst (bajo) traen esas grasientas líneas en gama baja, furiosos riffs de guitarra, mejores solos y muchos momentos dónde el ritmo puesto por su batería Davy Boogaard, casi que invita a salir al ruedo a bailar, como pasa en el caso de la pieza “X”.
Esto es solo un pequeño anticipo para un disco prácticamente instrumental, los holandeses le dan más atención a la sección aparejo de The Machine que a la hora de poner algún coro que quede como mejor arreglo. Ciertamente, si lo comparamos con su predecesor, ”Shadow Of The Machine”, vemos una versión más múltiple de los músicos y la contribución de menos versos que cantar.
Un redondo como este “Solar Corona” viene reforzado por tres de sus mejores jam’s hasta la fecha, las 3 pertenecen a este disco y creo que básicamente es por eso que muchos lo consideran también el mejor de ellos hasta la fecha. Los remolinos de naturalidad y espontaneidad por parte de los músicos empiezan unas clases particulares gratis que llegan directamente a tus oídos con “Carterpillar’s Mushroom”. Cálidos pasajes más en la onda de uno de los proyectos de Craig Williamson, Lamp Of The Universe, pero sobre todo más reconocidos por otras tantas canciones como las que nos han recordado desde la década de los 90, los grandes Colour Haze. Justo en este momento, es dónde empiezas a creer en una banda como The Machine que cita sus principales fundamentos en llevar su mágico clímax a través de los solos de guitarra de Eering, serpenteando con los toques blues que siempre marca el compás del bajo, gran director de esta orquesta del sonido pesado y una sección rítmica de lo más sólida. ¿Su resultado? Una hermosa ruta a través de pasajes experimentales que te llevarán al mejor de los trances espirituales. Una absoluta delicia esta tercera pieza basada en un riff monstruoso, como si después de la tormenta viniera la calma, el silencio y las reverberaciones cósmicas, flotando entre la inmensidad de las estrellas. Algo sagrado dentro de la discografía de los holandeses.
Ni siquiera los ritmos tribales de “Interstellar Medium” o el moderado temple en “Infinite” nos impiden disfrutar de otras dos piezas vitales, dignas de coronar a este coloso entre lo más grande del género en el nuevo milenio. Empezando por la primera en llegar, “Jam no. Phi”. Nuevamente Eering nos baña de esas delicias a la guitarra, arropadas del constante pedaleo. Es como imaginar una jam de ensueño con lo mejor de Hendrix, Floyd y Kyuss. Toneladas del seductor wah wah, de aquellos que citan a la gran zurda de Seattle que te transportan a través de un río subterráneo para conocer los mayores y mejores secretos de este planeta visto desde la capsula de los holandeses.
Cuando has atravesado el gran cinturón de asteroides, los planetas de anillos y te encuentras ante los confines de nuestro Sistema Solar conocido, es hora de visitar los satélites que custodian el octavo planeta, Neptuno. El cierre de la banda con “Moons Of Neptune” hizo de esta masterpiece un temprano clásico del género y es que es esa forma en que su guitarrista intercala con los pasajes más directos, es dónde encontraremos la verdadera gema de este grupo, fusionando las tantas inspiraciones que recogerán sus componentes, bajo el estilo del jazz más improvisado.
La novena sinfonía de esta banda se presenta en estos 17 minutos finales que certifican una de las mayores epopeyas del sonido pesado del siglo XXI y es que el segundo disco de The Machine, fue el encargado de confirmar un talento mostrado dos años antes con su debut. Para la ocasión, inspirado por los dioses del pasado y revitalizado por los del presente, los 3 músicos abren sus corazones para ofrecer piezas hechas con la mayor de las naturalidades, con un amor por el estilo incuestionable y sin pretensión alguna. Siete fascinantes canciones que penetran en tus oídos como el agua que fluye por un río. Las alucinaciones evocadas por Kyuss años anteriores, tienen su eco en el presente. “Solar Corona” es un viaje hacía una dimensión desconocida.
Gracias!
Muy buen trabajo sobre este mítico álbum.