Sonidos Del Ayer: Zeke – «Death Alley» (2001)
(Aces And Eight Records)
Que menos para la cerrar la semana que lanzarles todo un tomahawk vertiginoso, de guitarras enérgicas, velocidad endemoniada, casi que diría extremadamente rápida, pero siempre eficiente. Como una mezcla entre Entombed y Motörhead sumándole la mala leche de bandas como Disfear y algo más sutiles que Skitsystem… Para hoy, en nuestros “Sonidos Del Ayer”, “Death Alley”, el sexto disco de estudio de Zeke, macarras de carretera, directos desde la provechosa Seattle.
Haciendo un pequeño inciso, dejaremos para este cierre de semana, los sonidos más pesados y psicodélicos para adentrarnos en el siempre frenético punk y lo que muchos consideran un clásico de su estirpe.
En la actualidad, Zeke está en la fase final de “Hellbender”, su nuevo trabajo de estudio tras 13 años sin producir nada nuevo a sus vitrinas, incluso un tour europeo se ha llevado a cabo este verano para dar la bienvenida al ruedo a estos descerebrados que tras más de una década de silencio, diferentes divisiones en el seno de la banda y algunos shows exclusivos, parece que su regreso es inminente.
Nosotros hoy, retrocedemos exactamente 16 años en nuestra máquina del tiempo para concentrarnos en lo que muchos consideran su obra maestra, un pináculo del género facturado por unos tipos que estuvieron en la primera fila del resurgir del punk rock en la década de los 90. Cada lanzamiento suyo, era una nueva salvajada, pero está claro que “Death Alley” juega en otra liga…
Lanzado durante el año 2001 por Aces And Eight Records, Zeke fulminó a los medios con esta proeza. “Death Alley” supuso un cambio empezando por su discográfica, su predecesor “Dirty Sanchez”, presentaría a unos músicos algo fuera de sus cabales, otros dirían perdidos en el limbo y hasta tendrían razón. Este sería el último disco de su pequeña colección con Epitaph Records. El sexto asalto, sería definitivamente el punto de inflexión en su discografía, el renacer de estos Zeke que arrojarían en la escena todo un levantamuertos que haría danzar a todo un cementerio.
Muchos medios se hacían eco en las previas de promoción de “Death Alley”, destacando sobre todo un regreso mucho más potente, con esa ultra-intensidad mezcla punk’n’roll, marca de la casa de estos fenómenos y esa vertiente más clásica.
Por increíble que parezca, “Death Alley” reparte sus 16 latigazos en menos de 30 minutos. Corto, estimulante, adictivo… los adjetivos para caracterizar este álbum se pierden en el tiempo. Inolvidables momentos como “Jack Torrance” o “Evil Dead”, llevando todos esos pensamientos de las clásicas cintas del terror celuloide y confirmándolo con “Eyes Of Satan”, un guiño a los Venom de la época o incluso a los Judas Priest con “Evil Woman”. Sin embargo “Death Alley” derrocha versatilidad, dispara en todas direcciones para no dejar indiferente a nadie, “Arkansas Man” o “The River”, tal y como dejan entrever sus títulos, nos llevan hacía los páramos sureños, con un groove algo más pesado, incisivo, dejando caer toda su fuerza en los memorables riffs que contiene este asedio mental.
“Death Alley” es como el hijo bastardo del siempre venerado Lemmy Kilmister, un caldero en plena ebullición con un alto octanaje explosivo en su interior. Sin duda todo un disco para disfrutar del fin de semana y las noches más salvajes. Desde el punk, hasta las largas carreteras del sur, no hay canciones que saltar, ni momentos para respirar, una cabalgada por el asfalto teñido de arena que sentó catedra al exceder de su límite de velocidad a principios de milenio. Recomendable, imprescindible… Inolvidable!