Sunwølf – «Beholden To Nothing And No One» (2014)
Drone / Doom Metal / Post Rock
La versión definitiva para los ingleses Sunwølf ha llegado, “Beholden To Nothing And No One”, se convierte en el tercer disco de estudio para este dúo de Leeds encumbrándolo en una pieza maestra por partida doble con la incorporación de algunos invitados que no hacen más que contribuir a la causa para la fabricación de esta pieza maestra.
Unos 50 primeros minutos del primer disco que exhuman un nihilismo melancólico convirtiéndolo en el trabajo más completo hasta la fecha para esta formación inglesa. La rigidez que basan sus composiciones se enfrentan en un páramo desolado expresado de mejor manera en ese segundo disco con una música mucho más ambiental.
El híbrido que se puede descargar de la fusión entre titanes como son Neurosis o Sunn O))) se esparce por una primera mitad de disco que eriza los pelos. Desde las iniciales “In The Darkened River I Found The Silence Loom” o “The Widows Oil”, Sunwølf te llenan de dolor y tristeza con estos himnos ambientales funcionando como la intro alargada que da comienzo a la atronadora tempestad. Con “Vultures Crown” entra la pesadez asonante de sus guitarras y a partir de aquí un ambiente más embrutecido con toneladas de riffs densos y abrasivos como los descargados en las brillantes “The Wake Of Leviathan” o “Thrown Into A Nameless Time”. En estas dos últimas, la banda se transforma en un monstruo de dos cabezas para llevarte a los terrenos más oscuros mostrados en una obra maestra como “Times Of Grace”.
La intensidad que descarga la columna vertebral de la formación te encoge el alma y el dúo no cesa en su empeño de mostrar siempre continuos estados de ánimo a través de todo este laborioso trabajo. “Totem” encara este tramo final de primer disco bajo acordes que se repiten y se someten en la paranoia demencial de la banda. La diferencia a sus predecesoras es que divagan por extensas melodías dejando ver un pequeño adelanto en esas partes más ambientales que habitarán el segundo disco de manera colosal.
La propia “Beholden To Nothing And No One” o “Heathens Rest” cierran este primer disco entre pasajes llenos de aflicción en sus primeros compases y un final descargado con toda la pesadumbre dejando uno de los tramos más sentimentales de todo el álbum.
Para la segunda parte del disco, Sunwølf te adentra en su profundo y extenso bosque en medio de una noche sin luna. La oscuridad atemoriza cada uno de los cortes de esta cara y “Come O Spirit, Dwell Among Us” es el himno perfecto que te servirá de banda sonora pasajera para acompañarte en esa negra noche como el azabache. El drone más ambiental que reflejaba la banda en sus predecesores discos vuelve a aparecer en esta parte de su nuevo trabajo. Música visionaria con guiños de post rock en sus venas. Hay partes realmente brillantes, secciones dónde el piano o el saxo pueden vislumbrarte como lo hicieron hace poco en esta página los rusos Snakecharm y su paradisíaco “Mandala”.
Desmenuzar pieza por pieza esta cara B no tiene sentido, hablamos de un hilo musical extenso dónde Sunwølf, una vez más, vuelve a ponerse en estado emocional completándolo con el condimento perfecto para calificar a este disco como algo realmente único y brillante.
Este disco es un testamento a la habilidad única que tienen estos dos músicos de contrastar estilos opuestos de metal con la música ambiental que habita en “Beholden To Nothing And No One”. Una sobredosis de verdadera confianza en el logro de sus capacidades para crear música verdaderamente poderosa y convincente. Ellos mismos creen que es la mejor versión mostrada hasta la fecha y yo mismo os lo puedo corroborar, su nuevo disco es un verdadero adagio para la música actual y los pocos versos cantados son como refranes que citan y recrean el desolado mundo que plasman aquí los ingleses.
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