The Scimitar – «Doomsayer» (2014)
Aprovechando el parón temporal que sufre Black Pyramid, algunos de sus componentes no han querido dejar esperando a sus seguidores en nuevo material y han formado otro proyecto paralelo llamado The Scimitar, que proviene de la misma canción de Black Pyramid, “Swing The Scimitar”.
El guitarrista y cantante Darryl Shepard y el bajista Gein han creado este proyecto al que se le suma el batería Brian Banfield de la banda Blood Stone Sacrifice, ya que Clay (Black Pyramid) tuvo que trasladarse a Georgia y según palabras del propio frontman, nos cuenta que la banda ahora mismo se encuentra en un punto intermedio, un hiato que sirve para conocer canciones que un principio iban a ser escritas para un nuevo disco pero que al final se acabó usando para lo que sería el debut de esta nueva banda.
Muchas influencias entre las que contar las de Motörhead, Black Sabbath, Iron Maiden y los primeros Metallica. The Scimitar han creado otro engendro entre el doom/stoner llamado de mejor manera, “Doomsayer”. Siete atronadoras canciones dónde demostrar todo el poderío de estos artistas amantes del sonido más destructivo.
Si eres adicto a bandas como YoB, Elder, High On Fire o los mismos Black Pyramid, encontrarás otra razón de peso para saciar tus ansias por la música más pesada. Los norteamericanos apuestan por esta potente oferta basando sus líneas en un heavy/stoner rock bajo losas más pesada y densas como las que proporciona un género como el doom. El sonido de gama baja que ofrece la banda, encajará como anillo al dedo entre los gigantes del riff carnívoro que tantos tenemos en la actualidad. ¿El ejemplo perfecto? “Babylon”!! Doom arrasador que la banda descarga sin paliativos.
Esto es tan solo un pequeño ejemplo de todo lo que puede recoger un trabajo como “Doomsayer”. Ahí otros casos más originales como los que se ven en “World Unreal” dónde se prestan al sonido de los primeros The Sword los mezcla con los también compatriotas suyos Elder y dan como resultado una rareza propia de cualquier disco de Black Pyramid, clavado a las mil maravillas. Tanto Shepard a la guitarra, como Dave Gein al bajo aportan una de las mejores actuaciones de “Doomsayer”.
Las sorpresas continúan con el cover a la banda Motörhead, “Metropolis”. Una versión no menos buena que la original pero si más abrumadora. La inicial “The Taker” también deja rasgos Black Pyramid con una buena dosis del stoner más incesante bajo las agónicas voces de Shepard. Pero lo mejor se reserva para el final del trabajo.
Empezando por “Void Traveler”, The Scimitar se convierte en una malévola máquina de música aplastante bajo las primeras limpias que ofrece Shepard a las que va intercambiando con guturales. Tema que ofrece una versión no vista hasta ahora en “Doomsayer” con pasajes instrumentales que invitan a la improvisación de sus artistas y esa vorágine devastadora que descargan en su final. Curiosamente los dos últimos del disco, también resultan ser los más largos y dónde The Scimitar intenta o mejor dicho, consigue dejar un sabor bastante alentador para el futuro de este nuevo proyecto.
Atención al último tema del disco “Crucifer”, tema demoledor y posiblemente una de las furias más desatadas que hayamos vivido a lo largo del presente año. Estos doomsters incrustan su carácter en algo incisivo y afilado. Tema instrumental con el sonido más propio de cualquier disco de Conan o Black Cobra descargado en los primeros compases de canción dejando un final eyectado por el ritmo salvaje que marca Banfield a los tambores. A partir de aquí, se desatan los infiernos y la banda ofrece un festival del stoner más sádico. Una verdadera estampida sanguinaria propio de algo inhumano dejando unos últimos minutos de trabajo como si se tratarán de los Iron Maiden más feroces pero con el inconfundible sello de la banda.
“Doomsayer” es la viva imagen que pasa por las mentes de estos depredadores del doom, una prensa hidráulica que hará añicos tus altavoces con su fuerza bruta. Descarga que será recompensada por The Scimitar en grandes proporciones. Todo un sorpresón, qué duda cabe.
Correcto, la labor de Darryl Shepard es tremenda!
Un disco TREMENDO!!!!!