The Shooters – «Dead Wilderness» (2015)
Stoner / Desert Rock
En la escena alternativa y pesada de la zona sur de Andalucía está dando mucho que hablar en esta entrada de otoño, mientras las hojas empiezan a caer, son contados también los grandes trabajos y esperados. A la llegada de la “Devastación” mostrada por Bourbon, hoy nos llega “Dead Wilderness”, lo nuevo de The Shooters que continúa aquel “Planet Of The Black Sun” (reseña aquí) que buenos ratos nos hizo pasar en el 2012.
La larga campaña de crowdfunding hecha por el cuarteto de Jerez De La Frontera al fin tiene sus frutos y han salido más maduros que nunca. La escala evolutiva que han llevado los andaluces en estos últimos tres años y una larga lista de shows en diferentes recintos y festivales de renombre, han hecho que el eco propagado durante su explosivo segundo disco, sin olvidar su debut “Rock Pedal To The Floor”, lleve a situar a The Shooters como una de las bandas más distinguidas del rock pesado estatal.
Este tercer disco viene caracterizado por unas composiciones un tanto más largas, si bien en número de canciones es el más corto de todo. “Dead Wilderness” hace que el tiempo desaparezca y desde que empieza a correr los segundos quedarás sometido a la fuerza bruta de sus riffs. Más claro no te lo pueden dejar con la inicial “Lost In Time” la cuál recoge esa atmósfera de los 90 en la provechosa Seattle y arremeten contra todo lo que este a su paso. Ahí queda esa parte final con ciertos arreglos dónde descargan toda su furia. “War On You” 
es como la segunda parte de su predecesora dónde esa oscilación continúa se traduce en un stoner abrasivo por el que más son reconocidos estos The Shooters que aquí incluso tienen tiempo para la especulación que sirve de antesala para el brillante final. Con “Roots” empezamos a ponernos más serios, aparte de ser una de las piezas más largas del disco, se descubre una faceta nueva dentro del seno de la banda que se mueven fantásticamente en esos largos segmentos entregando un alto grado de dinamismo e incontables sorpresas. Debe ser toda una fantasía escucharse este tema en directo.
La segunda cara tampoco está exenta de sorpresas, incluso me atrevo a decir que es donde mejor se plasma la evolución de la banda, sus indagaciones en terrenos nunca vistos hasta la fecha por estos músicos. Riff inicial que marca el norte y entra en escena “Lucifer’s Word” con toda la oscuridad de sus letras y los agónicos lamentos del Carlos más desgañitado a los micros. La pieza en sí viene caracterizada por un tramo intermedio sumamente intenso plagado de bestiales riffs, delays y la batería de Dani que desploma su sonido como si de los pasos de un titán se tratará. “Black Mountain” abre una parte final del disco dónde prácticamente se ausentan las voces y The Shooters da rienda suelta a su poder musical sirviendo de tentempié para su pieza final, totalmente instrumental llamada “Candelabrum”, la mágica epopeya que te hará desorbitar en este mundo repleto de distorsión inventiva, de alucinaciones cósmicas dónde cabalgarás desde las áridas llanuras hasta los anillos de Saturno.
The Shooters entrega un disco con una mayor evolución, dónde en sus anteriores trabajos marcaban ganchos que iban directos a la yugular en “Dead Wilderness” se rinden a la improvisación del maravilloso universo de la creatividad, dónde verdaderamente se hace valer una banda y así entregan no solo piezas más extensas, sino dotadas de una fuerza psicodélica emanada desde el mismo corazón de la banda, sus mayores influencias y su destreza a la hora de plasmarlo.
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