Windhand – «Soma» (2013)
Despertarse con un soberano bombazo como el nuevo y esperado disco de los norteamericanos Windhand, es sin duda uno de los mejores buenos días que nos puede llegar en este comienzo de mes.
Reconozco que cuando escuche su debut, yo al igual que muchos, quedamos anonadados ante una verdadera delicia de trabajo que quedó atrapado en la mente de muchos con el paso de los meses.
El sucesor de su homónimo debut era uno de los pensamientos más vivientes que podía tener un servidor por saber cómo sería la continuación de una de las bandas que más fuerte pegó hace dos años.
No hay cambios en este nuevo “Soma” parece una continuación de su predecesor, lo cual para mí ya es la mejor noticia que podía esperar. Sí que hay un pequeño cambio en la producción ya que esta vez les respalda un buen sello, pero su estilo único permanece intacto.
Relapse Records lanzará este pepinazo el próximo 17 de Septiembre (más abajo dejó los enlaces para su obligada adquisición). “Soma” es la confirmación de lo que muchos esperaban, un portento de los rincones del mejor doom, listo para saciar sus mejores momentos.
¿Detalles de este disco? Pues los hay a montones. Desde la perfección de su sonido, los guiños estilísticos a otros artistas legendarios como la similitud de la voz de Dorthia Cottrell con la de Ozzy, en ese soberano tema llamado “Feral Bones”.
Todo el disco es un fiel reflejo de la evolución que ha tenido este género musical. Todas esas canciones que ya se habían escuchado antes aquí se pueden notar con la mejor de las nostalgias.
Cuando escuche su tema de adelanto “Woodbine” hace unas semanas, debo reconocer que la sonrisa ante tan esperado sonido iba de oreja a oreja. Simplemente con escucharlo sabía que Windhand lo iba a volver a hacer, lo cual mis expectativas por escuchar este disco crecieron más de lo que ya estaban.
Sonido atronador, melodías de lo más oscuras y la enigmática voz de Dorthia surcando por los mares musicales que Windhand transporta a tus oídos en los momentos más necesitados. Todo un deleite musical.
Pero este “Soma” tiene para repartir. Con “Evergreen” la banda de Virginia te transporta a un viaje interior que grita libertad para llevarte a un plano astral primitivo, dónde esa sensación de libertad te desconectará de la realidad. El corte es un claro homenaje a las letras de un ilustre como Jim Morrison y esa forma de conectar la música y las letras con la mente y el alma. Soberbio ejercicio acústico que es toda una sorpresa en el disco.
“Boleskine” son los primeros intentos de Windhand por ofrecer savia nueva a su sonido siguiendo los patrones de la canción “Hurt” de NIN. Treinta minutos ni más ni menos que sirven para despedirse en una final de disco memorable.
La mayoría de las leyendas del rock vivieron rápido y murieron jóvenes. ”Orchard” es el tributo que hace la banda a todas esas viejas glorias, en lo que sus líricas desprenden y esa especie de sensación de dejar libre sus inhibiciones.
Precisamente hoy y hasta el día 3 de Octubre, la banda se embarcará en una gira por todo el territorio norteamericano y que cerrarán en su ciudad natal de Richmond.
Windhand juega muy bien su papel en ese estilo lento y maravilloso que se utilizan a través de las constantes guitarras de Garreth Morris y Asechiah Bogdan, endiosando el hipnótico estilo de la banda.
Como muchas bandas del páramo nos tienen acostumbrados, el estilo de repetición aquí también está presente, solo que Windhand tiene esa curiosa manera de convertir lo repetido en adictivo. Excelente Ryan Wolfe que alterna todas esas canciones a la batería para ofrecer contenidos diversos por todo el disco.
Recalco una vez más su tema final “Boleskine”, una tormenta psicodélica de más de media hora con el sonido de los vientos polares y la característica marca densa de la banda norteamericana. Con “Cassock” vivimos una sesión jam de lo más crujida. Más lenta, más pesada y más psych es otra de las sorpresas, la enésima ya, de este “Soma”.
La voz de Dorthia Cottrell marcará una época seguro. Complace muchos oídos cuando escuchas esa voz dentro del marcado género. “Soma” es enorme e intachable, que cierra con dos verdaderos monstruos de temas en su tramo final del disco.
Setenta y cinco minutos ni más ni menos en lo que todo fan del sonido doom debe regocijarse escuchándolo. Windhand van derechos en su camino a la gloria, mantienen intacto su estilo y eso les está llevando al merecido reconocimiento. La euforia que abarca todo este disco hace que la espera haya valido la pena. Disfrutemos ahora de él porque pocos trabajos como este se van a ver en lo que queda de año. Enormes!